El ciclón generó un episodio de lluvias intensas con un período de retorno de 1.000 años
02 mar 2023 . Actualizado a las 18:13 h.Hay algo que Galicia y Florida tienen en común. Debido a su posición geográfica pueden convertirse fácilmente en el blanco de un potente sistemas de bajas presiones, extratropical en el caso gallego y tropical en el estado norteamericano. El debate sobre cómo evolucionarán las borrascas y los huracanes en un contexto de calentamiento sigue abierto. Lo que es seguro es que la temperatura del océano está subiendo y que un mar cálido transmite aire húmedo a la atmósfera, aumentando el potencial de liberar lluvia.
En la comunidad gallega la amenaza viene precisamente de los ríos atmosféricos que transportan humedad desde el Caribe y el golfo de México hacia la Península. Los frentes la absorben y pueden descargar más agua. Los estudios apuntan a que habrá un 7 % más de humedad por cada grado centígrado que se caliente la atmósfera. Uno de los registros históricos más impresionantes de la historia de Galicia fueron los 218 litros por metro cuadrado que cayeron en Santiago en un solo día el 14 de octubre de 1987. La presencia de un río de humedad tropical fue lo que generó el diluvio. En el Reino Unido aquella borrasca es recordada como La Gran Tormenta y provocó un temporal con un período de retorno de 1 entre 200 años.
En el caso de los huracanes, el hecho de que los océanos se calienten representa un riesgo notable porque nacen y crecen en las regiones tropicales, donde el agua ya está muy cálida. Un estudio publicado por investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) en el 2019 ofreció un retrato sobre los huracanes del futuro. Serán más fuertes, lentos y con mayor capacidad de generar precipitaciones. Los modelos proyectan un aumento del orden del 10 y 15 % de lluvia en una área de cien kilómetros alrededor del centro de la tormenta. Sin ir más lejos, las precipitaciones que generó Ian en Florida no tienen precedentes en 1000 años.
Otra investigación del Centro Nacional de la Atmósfera y Océano de Estados Unidos (NOAA) prevé que la proporción de ciclones tropicales que alcanzan niveles muy intensos (categoría 4 y 5) aumente. En este sentido Ian se ha convertido en el cuarto huracán que toca tierra en Florida con categoría 4 en los últimos 100 años. No solo eso, cuando se revisa la temporada ciclónica desde que existen registros, alrededor de 1850, se aprecia que el último lustro ha sido el más intenso. Ian es el sexto gran huracán que toca tierra en la costa de Estados Unidos desde el 2017.
El mensaje que el huracán Ian envía a Galicia es claro. En un mundo que se calienta la atmósfera tiende a contener más humedad, aumentando la probabilidad de producir inundaciones importantes. Es decir, las lluvias ya no son «las de toda la vida», sino que están siendo sustituidas por torrenciales. Otro caso, en diciembre del 2017 la borrasca Ana descargó hasta 220 litros por metro cuadrado en 24 horas. Aquel día también había un aporte de humedad tropical.
