La primera ministra finlandesa, envuelta en una polémica por irse de fiesta

La Voz / Agencias

INTERNACIONAL

Sanna Marin, de 36 años, ha accedido a hacerse un test de drogas tras insinuarse en los vídeos el consumo de cocaína

20 ago 2022 . Actualizado a las 23:18 h.

La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, se ha visto envuelta en una polémica tras filtrarse un vídeo en el que aparece cantando y bailando en una fiesta privada durante sus vacaciones con un grupo de amigos. Las imágenes, publicadas el miércoles por el tabloide sensacionalista Iltalehti, centraron la atención de los medios finlandeses y eclipsaron el congreso estival del Partido Socialdemócrata (SDP) que dirige Marin, de 36 años.

Al parecer, el vídeo original fue publicado en la red social Instagram, en un grupo cerrado de menos de un centenar de miembros, entre los que se incluye la primera ministra. Posteriormente, alguien lo difundió de forma pública.

Según algunos medios locales, en la grabación se escucha a los asistentes a la fiesta mencionar la palabra «jauhojengi» (literalmente, la pandilla de la harina), lo que puede dar a entender que en la reunión se consumió cocaína.

Pronto las redes sociales se llenaron de comentarios de gente indignada que exigía a Marin hacerse un test de drogas, pero también de muchos ciudadanos que no entienden el motivo de esta polémica y están encantados con que su primera ministra tenga también una vida privada y se vaya de fiesta en sus vacaciones.

Antes de que la noticia se expandiese a la prensa internacional, Marin dio su versión este jueves en una entrevista para la televisión pública YLE. La política señaló que simplemente se trató de una fiesta privada en un domicilio particular con algunas celebridades finlandesas y negó rotundamente haber consumido drogas, aunque admitió haber tomado «bebidas alcohólicas de baja graduación».

«Estoy molesta por que estos vídeos se hayan llegado a publicar. La cuestión es que he estado de fiesta con unos amigos, bailando y cantando, aunque es cierto que alocadamente», dijo la primera ministra.

Este viernes anunció que se ha sometido a un test de drogas «para limpiar su reputación», cuyos resultados se harán públicos dentro de una semana. «En los últimos días se han hecho públicas acusaciones bastante graves de que he consumido drogas. Por mi propia protección legal, aunque considero que la exigencia de un test de drogas no es razonable, para borrar tales sospechas hoy me he sometido a un test de drogas», dijo en una rueda de prensa.

«Quiero mostrar que estos cargos también los ocupa gente normal, con una vida corriente. Tengo una vida familiar, una vida laboral y tiempo libre para pasar con mis amigos, exactamente como mucha gente de mi edad», dijo a YLE. Marin, quien ya fue «criticada» por asistir al desfile del orgullo gay o por ir a un festival de «heavy metal» con una chaqueta de cuero, no ve ningún motivo para cambiar su comportamiento.

Desde que en diciembre del 2019 asumió su cargo, convirtiéndose entonces en la jefa de Gobierno más joven del mundo, Sanna Marin ha sufrido un escrutinio sin precedentes en la historia de Finlandia.

En diciembre pasado, su rostro llenó las portadas de los tabloides por haberse ido de fiesta a una discoteca con unos amigos hasta las cuatro de la mañana y haber dejado su teléfono móvil oficial en casa. Ella se vio obligada a pedir perdón, pero recordó que llevaba encima su teléfono privado y que, de haber surgido alguna emergencia, se la habría podido localizar sin problemas.