No a la base naval
En la misma línea, desde el Ejecutivo de las Islas Salomón han asegurado en los últimos meses que el acuerdo no contempla que China establezca una base militar en el país insular. «El Gobierno es consciente de las ramificaciones de seguridad que supone acoger una base militar, y no se descuidará al permitir que tal iniciativa tenga lugar bajo su mandato», remarcó el primer ministro salomonense. Sogavare insistió en que su país no ha invitado ni a China ni a ninguna otra nación extranjera a establecer una base militar en las Islas Salomón, un socio histórico de Australia.
Además de Nueva Zelanda y Australia, Micronesia también pidió a Sogavare que reconsidere los términos del acuerdo por temor a que las islas del Pacífico se conviertan en el «epicentro de una futura confrontación entre las principales potencias», en alusión a EE.UU. y China.
El primer giro estratégico de la política exterior de las Islas Salomón se produjo en el 2019, cuando Honiara cambió su histórica alianza con Taiwán para reconocer la soberanía de China, algo que ha provocado tensiones tanto con sus socios tradicionales como dentro del país, donde la oposición sigue defendiendo la autonomía de Taiwán respecto a Pekín.
Tensiones con Australia
Las tensiones entre China y Australia vienen de atrás y empeoraron a raíz de la alianza formada en septiembre con EE.UU. y el Reino Unido (AUKUS, por las iniciales en inglés de los tres países), que permite a Australia construir submarinos nucleares con el fin de neutralizar a China, objetivo compartido por otro grupo que Biden intenta resucitar, el Quad (India, Australia, Japón y EE.UU.). Pero China no parece dispuesta a quedarse de brazos cruzados mientras sus vecinos se alían con EE.UU., y Pekín trata de aproximarse a Nueva Deli —ambos países mantienen una disputa fronteriza— en un momento de desapego entre la India y EE.UU., pues Deli, próxima a Moscú, no ha condenado la invasión rusa de Ucrania.