Masacre en una estación abarrotada del este

rafael m. mañueco MOSCÚ / COLPISA, EFE

INTERNACIONAL

DPA | EUROPAPRESS

Un ataque contra Kramatorsk, en el Dombás, causó al menos 50 muertos, 5 de ellos niños

09 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

De nuevo, escenas dantescas de cadáveres de civiles ucranianos y multitud de heridos. Esta vez en la estación de ferrocarril de Kramatorsk, en la provincia oriental del Donetsk, desde donde la población trataba de escapar ante la inminencia de una ofensiva rusa a gran escala sobre el este de Ucrania. Las imágenes y los vídeos difundidos por las redes sociales mostraban un andén de la estación lleno de cadáveres y personas ensangrentadas, arrastrándose y pidiendo ayuda.

Las autoridades locales contabilizaron 50 muertos, al menos cinco de ellos menores, y un centenar de heridos a causa de la explosión de dos misiles rusos, uno de los cuales no quedó completamente destruido. En su fuselaje se podía leer la inscripción en cirílico «por los niños», supuestamente muertos durante los presuntos ataques del Ejército ucraniano contra los separatistas del Dombás en los últimos ocho años.

El jefe de la Administración municipal de Kramatorsk, Pavlo Kirilenko, dijo que el ataque perpetrado contra la estación provocó unos 50 muertos, cinco niños entre ellos, y más de 100 heridos, y fue efectuado con misiles Tochka-U «cargados con ojivas de racimo múltiples», una munición prohibida. Según Kirilenko, «unas 4.000 personas se encontraban en la estación a la espera de ser evacuadas» y, según su opinión, se trata de una acción deliberada para matar civiles. En un primer momento, 98 personas fueron trasladadas a hospitales, de las que 16 eran niños, 46 mujeres y 36 hombres. Doce de estos ciudadanos fallecieron en el hospital y 38 en la estación, precisó.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, deploró la «maldad sin límites de las fuerzas rusas». «Eran ciudadanos pacíficos que iban a ser evacuados […] los inhumanos rusos no abandonan sus métodos», denunció y añadió: «Al no tener la fuerza y el valor para hacernos frente en el campo de batalla, están acabando cínicamente con la población civil».

Pero Rusia desmiente tener nada que ver con el ataque. Según el Ministerio de Defensa ruso, «las declaraciones de los representantes del régimen nacionalista de Kiev sobre el ataque con cohetes supuestamente realizado por Rusia el 8 de abril en la estación de tren de la ciudad de Kramatorsk son una provocación y son absolutamente falsas».

El comunicado castrense señala también que «los misiles tácticos Tochka-U, cuyos fragmentos fueron encontrados junto a la estación de tren […] son utilizados únicamente por las fuerzas armadas ucranianas». El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también negó la responsabilidad de Rusia en lo sucedido en Kramatorsk. Aun así, en un primer momento, periodistas prorrusos habían confirmado la autoría de Moscú, aunque luego lo desmintieron.

Según la policía ucraniana, citada por el medio independiente ruso Meduza, uno de los misiles, de medio alcance, impactó en una zona de espera provisional de la estación y sus fragmentos fueron hallados a 40 metros de distancia, lo que evidencia la potencia del armamento empleado.

Llamadas a la evacuación

En la víspera, el director de los ferrocarriles ucranianos, Olexandre Kamishin, afirmó en Telegram que «el enemigo llevó a cabo bombardeos aéreos contra la vía férrea junto a la estación de Barbenkovo, de la línea de Donetsk. Es la única vía de salida por tren de ciudades como Sloviansk, Kramatorsk y Limán», todas ellas bajo control ucraniano. Según sus palabras, el ferrocarril «es una vía de supervivencia para decenas de miles de nuestros compatriotas». Esta acción de guerra bloqueó la evacuación de civiles el jueves, al haber quedado arrasados varios tramos de la línea férrea.

Ante las informaciones de la inteligencia ucraniana sobre una inminente ofensiva de las tropas rusas y las fuerzas rebeldes de Donetsk y Lugansk para hacerse con el control de todo el Dombás, las autoridades instaron en los últimos días a los responsables de las localidades bajo control de Kiev en esa región a que evacuaran a los civiles sin pérdida de tiempo.

Los llamamientos surtieron efecto y centenares de personas se agolparon en Kramatorsk para subirse a algún coche, autobús o, sobre todo, para tomar alguno de los trenes operativos. Pero la evacuación se paralizó a causa de los bombardeos aéreos, a lo que este viernes hubo que añadir la matanza provocada por los misiles.

Von der Leyen visita Bucha y promete 500 millones más de apoyo militar a Ucrania

La presidenta de la Comisión Europea y el jefe de la diplomacia subrayaron en su viaje a Kiev los avances en el proceso de adhesión del país al bloque comunitario

olatz hernández

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, viajaron ayer a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano y asegurarle que la UE está con Ucrania. Es el mensaje que los líderes europeos llevan repitiendo desde que comenzó la invasión rusa y este viaje quiere ser la prueba de que no se trata de un discurso vacío. A su presencia en la capital ucraniana se suma una promesa: la de aumentar los fondos para el envío de armas en otros 500 millones de euros, elevando así hasta 1.500 millones el fondo de apoyo a Kiev.

Con el Ejército ucraniano recuperando terreno y la ofensiva rusa centrada en el este, Europa cree que ha llegado el momento de que su representación diplomática vuelva al país. «Nuestro jefe de delegación vuelve a Kiev, así que podremos trabajar incluso más directamente y más estrechamente», dijo Borrell. El diplomático alabó, además, la labor del Gobierno ucraniano y aseguró que es «impresionante» que siga funcionando a pleno rendimiento, pese a las circunstancias «difíciles» de la guerra.

Los avances sobre la posible entrada de Ucrania en la UE fueron recibidos con optimismo en Kiev. A pesar de que el proceso de adhesión al bloque comunitario suele durar años, Von der Leyen aseguró, en declaraciones recogidas por Reuters, que la Comisión Europea espera tener preparadas sus conclusiones sobre la petición de entrada de Ucrania en la UE para poder presentarlas en el Consejo Europeo en verano.

Parada en Bucha

El de Borrell y Von der Leyen es el viaje político más importante de la UE al país desde que comenzó la invasión rusa, el 24 de febrero. Antes, los primeros ministros de Eslovaquia, Polonia y la República Checa habían acudido a Kiev y, entre los líderes comunitarios, la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, abrió el camino en marzo, con un viaje cargado de simbolismo.

Antes de su reunión con Volodímir Zelenski, los dirigentes europeos viajaron con el primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger, a Bucha. La localidad, situada al noroeste de la capital, se ha convertido en un símbolo tras conocerse la masacre llevada a cabo allí por el Ejército ruso. Von der Leyen y Borrell se acercaron hasta las fosas comunes cavadas para enterrar a los numerosos civiles asesinados en la ciudad.

«Era importante empezar la visita en Bucha porque allí la humanidad fue destrozada», escribió la presidenta de la Comisión Europea en sus redes sociales. «Mi mensaje a los ucranianos. Los responsables serán llevados ante la Justicia. Vuestra lucha es también la nuestra. Europa está con vosotros», añadió.

Poco después de llegar a la localidad, la comitiva conoció la noticia del ataque a la estación de tren de Kramatorsk, en el este del país, con decenas de víctimas mortales. Los dirigentes europeos expresaron su «más dura condena» al «ataque indiscriminado a civiles» por parte de Rusia.