La Marina ucraniana asegura que ha destruido un buque de desembarco ruso en el puerto de Berdiansk

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Reuters

Las tropas rusas suman avances lentos en el este del país y afirman que ya controlan la localidad de Izium, clave para conectar el sur de Járkov con las zonas bajo su mando en Lugansk y Donetsk

24 mar 2022 . Actualizado a las 19:55 h.

Las fuerzas armadas ucranianas se cobraron este jueves una pieza mayor en un ataque al puerto de Berdiansk, ciudad de la costa del mar de Azov situada 70 kilómetros al suroeste de la sitiada Mariúpol. Según las autoridades de Kiev, la Marina ucraniana destruyó a primera hora de este jueves, con dos grandes explosiones, el buque de desembarco Orsk, perteneciente a la flota del mar Negro de la Armada rusa. 

El barco permanecía atracado en los muelles de Berdiansk, enclave controlado desde hace días por el Ejército ruso y que resulta crucial para establecer el corredor entre las unidades del Dombás y las de Crimea que quiere abrir Moscú en el sur de Ucrania. Más al oeste, en Melitópol, el alcalde de la ciudad denunció este jueves que los rusos han instalado en el aeropuerto militar una base de lanzamiento de misiles desde la que están atacando diversos puntos del país.

En un conflicto en el que la información es un frente más, mientras Kiev se felicitaba por la destrucción del buque de desembarco ruso, Moscú anunciaba que se había hecho con el control total de la ciudad de Izium, en la región de Járkov, al este del país. Esta zona de Ucrania es donde el Ejército ruso está logrando sus mayores avances, progresos lentos y que se alcanzan con un alto coste de vidas y recursos. Izium es otra plaza clave para Rusia, ya que de mantener su posición podría conectar el sur de Járkov con las áreas que ya controla en el Dombás y enlazar con Mariúpol, Berdiansk y la península de Crimea.

Problemas de abastecimiento

Oleksei Arestóvich, asesor del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, señaló este jueves que Mariúpol e Izium son dos de los contados escenarios en los que Moscú centra ahora sus esfuerzos, ya que el Ejército ruso, según subrayó, «está prácticamente paralizado por falta de recursos». Arestóvich explicó en su cuenta de Facebook que las tropas de Putin tienen graves problemas de abastecimiento a causa de los constantes ataques ucranianos a sus convoyes y sufren falta de combustible, municiones y todo tipo de material bélico.

Mientras las tropas de Putin avanzan lentamente en el este de Ucrania, con intensos combates en diversos puntos de Donetsk y Lugansk, el cerco de Mariúpol no ha logrado doblegar la resistencia de los 100.000 civiles que desde hace tres semanas soportan los bombardeos rusos sobre esta ciudad portuaria.

Fuentes de la OTAN citadas por The New York Times y The Washington Post recalcaron este jueves que entre 7.000 y 15.000 soldados rusos han muerto en Ucrania desde el 24 de febrero. Los medios norteamericanos recordaron que durante los veinte años de la guerra de Afganistán, el Ejército de Estados Unidos sufrió 2.641 bajas y que, durante el conflicto afgano de los años ochenta, murieron unos 15.000 militares rusos, lo que permite hacerse una idea de los importantes daños que han sufrido las unidades rusas en un solo mes en suelo ucraniano. 

Estas pérdidas, apuntaba este jueves el informe diario de la inteligencia militar del Reino Unido, han obligado a Moscú a buscar reemplazos entre reservistas, reclutas, compañías privadas y mercenarios extranjeros. El Ministerio de Defensa británico señalaba en su cuenta de Twitter que se desconoce cómo se van a integrar estas unidades no convencionales en las fuerzas desplegadas por el Kremlin en Ucrania