Sberbank, el mayor banco ruso, huye de la UE y se hunde un 88 % en bolsa

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Protestas en San Petersburgo contra la invasión rusa de Ucrania
Protestas en San Petersburgo contra la invasión rusa de Ucrania REUTERS

La UE lo excluye de las sanciones, junto a la tercera gran entidad financiera de Rusia, el Gazprombank

03 mar 2022 . Actualizado a las 09:13 h.

La onda expansiva de la guerra en Ucrania ya ha alcanzado de lleno a los bancos. Al menos a los rusos. Sberbank, la mayor entidad financiera de ese país ha anunciado que hace las maletas y se marcha de Europa, acorralada por los ahorradores y las autoridades del Viejo Continente. 

«Sberbank ha decidido retirarse del mercado europeo. Los bancos filiales del grupo se enfrentan a una salida anormal de fondos y a una amenaza para la seguridad de los empleados y las sucursales», explicó la entidad en un comunicado recogido por la agencia rusa Tass.

La fuga de depósitos, motivada por el temor a que la Unión Europea (UE) tome represalias contra el banco, la prohibición de Moscú de enviar divisas para dotar de liquidez a sus filiales europeas, y el bloqueo de sus cuentas en Austria (prohíbe las operaciones comerciales) han llevado al Sberbank a tomar esta decisión. Sus clientes han retirado ingentes cantidades de dinero en las últimas horas, llevando al colapso de sus filiales en Europa. De hecho, hoy mismo la Junta Única de Resolución (JUR) -organismo que se encarga de liquidar bancos en quiebra- ha ejecutado la orden del Banco Central Europeo (BCE) de poner en venta las unidades de Sberbank en Croacia y Eslovenia, argumentando que era la única forma de mantener la estabilidad financiera en la UE. 

¿Han perdido el dinero los clientes de estas entidades? No. Los depósitos hasta 100.000 euros están asegurados en todos los territorios donde opera, tanto Austria, como Eslovenia, Croacia, Alemania, República Checa y Hungría. De hecho, los problemas del banco no están vinculados al valor de sus activos sino al problema de liquidez que ha desencadenado la UE con el anuncio de sanciones a los principales bancos rusos. El objetivo: dejar sin combustible la maquinaria de guerra del presidente ruso, Vladimir Putin

La salida precipitada del Sberbank de Europa este martes coincide con su hundimiento en la Bolsa de Londres, donde sus acciones han caído un 80 %. Un desplome que deja a la entidad sin la práctica totalidad del colchón de capital del que disponía hace solo medio mes.  

Bancos vetados

Lo paradójico es que este revés financiero se produce el mismo día en el que la Unión Europea ha publicado la lista oficial de entidades que quedarán excluidas del sistema internacional de comunicaciones financieras Swift, que utilizan unas 11.000 entidades para autorizar todo tipo de transacciones. Siete bancos rusos serán expulsados (Otkritie, Novicombank, Promsvyazbank, Rossiya, Sovcombank, VEB y VTB), por lo que ninguna empresa o banco europeo podrá realizar operaciones con ellos a partir del próximo 12 de marzo. Pero del listado se han caído el propio Sberbank y Gazprombank.

Los Veintisiete han preferido blindar a las dos entidades para no entorpecer las labores de compra de gas y petróleo a Rusia, el gran suministrador de energía de la UE. El país del este bombea el 40 % del gas que consume Europa, seguido de Noruega (22 %) y el gas natural licuado (18 %), que proviene fundamentalmente de Estados Unidos, y que ya se vende más caro que el gas ruso. ¿Por qué? A pesar de insistir en que el suministro está garantizado, los expertos de Bruegel advierten de que «pasar medio invierno sin las importaciones rusas podría ser difícil, pero hacer funcionar la economía europea durante varios años sin el gas ruso sería un gran desafío». Antes de que la UE se desconecta de los gasoductos rusos, necesita buscar proveedores alternativos e instalar más capacidad de generación. 

Otra de las sanciones adoptadas oficialmente hoy por la UE tiene que ver con el Fondo Ruso de Inversión Directa, creado en el 2011 por Moscú para financiar sectores de rápido crecimiento en Rusia (de hecho, ha cofinanciado la investigación para desarrollar la vacuna Sputnik), de forma paralela a los planes inéditos de inversión militar con los que Putin ha financiado la guerra. «Queda prohibido invertir o participar en proyectos cofinanciados por el fondo o contribuir de otro modo a tales proyectos», aclaran las autoridades en el Diario Oficial de la UE. De hecho, se ha eliminado el acceso a su portal web. 

La salida del Sberbank de la UE no es la única que se ha ejecutado en las últimas horas. Otras muchas firmas han hecho lo mismo en sentido contrario. El éxodo empresarial en Rusia no cesa. Firmas como BP han anunciado que se desprenderán de sus participaciones en Rosneft (casi el 20 % de su capitalización). Al boicot se ha sumado la angloholandesa Shell, que romperá su alianza con Gazprom y sus inversiones de 2.700 millones en Rusia. General Motors y Harley han anunciado el fin de sus exportaciones de coches y motos. La energética francesa TotalEnergies interrumpirá sus inversiones a nuevos proyectos en Rusia. Visa y Mastercard, por su parte, se han comprometido a aplicar el bloqueo en la red de pago de los bancos afectados. Varias navieras, como Maersk, han paralizado sus conexiones con Rusia.