EE.UU. llama a Rusia a optar por la vía pacífica en Ucrania, pero teme un ataque

Rafael m. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Anwar R.
Anwar R. THOMAS FREY | Reuters

Blinken afirma en Kiev que las fuerzas rusas podrían lanzar a corto plazo una ofensiva en el país vecino y, en tal caso, «no descarta ninguna opción»

20 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que este viernes tiene previsto reunirse en Ginebra con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, pidió ayer desde Kiev al presidente Vladimir Putin que opte por la vía pacífica para resolver su conflicto con Ucrania. «Espero firmemente que podamos mantenernos en una vía pacífica y diplomática, pero en última instancia esta es una decisión del presidente Putin», dijo Blinken de visita en la capital ucraniana. Según sus palabras, si el jefe del Kremlin eligiese la vía militar se adentraría en un camino «de confrontación que tendría consecuencias para Rusia».

Blinken prometió al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, más ayuda militar y acusó a Putin de negarse a rebajar la tensión militar en la línea de separación de los dos países. Ante los casi cien mil soldados que Rusia tiene desplegados junto a la frontera ucraniana, el jefe de la diplomacia estadounidense afirmó: «Sabemos que hay planes en marcha para aumentar ese contingente en muy poco tiempo y eso da al presidente Putin la capacidad, a corto plazo, de lanzar más acciones agresivas contra Ucrania».

Maniobras en Bielorrusia

A esas tropas se une el contingente ruso desplegado en Bielorrusia para unas maniobras militares conjuntas, una señal «preocupante», según Washington. Los ejercicios tienen por objetivo inspeccionar las capacidades de las fuerzas de reacción rápida rusas y bielorrusas en cuatro aeródromos y cinco polígonos militares.

Blinken indicó que no entregará el viernes a Lavrov ninguna respuesta por escrito sobre las garantías de seguridad que exige Rusia para evitar la expansión de la OTAN y el emplazamiento de armas ofensivas hacia sus fronteras.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes que la situación está en una etapa en la que «Rusia podría en cualquier momento lanzar un ataque contra Ucrania». Señaló también que, en tal caso, EE.UU. «no descarta ninguna opción» para hacer frente a tal posibilidad, alertando al mismo tiempo de que «la situación es extremadamente peligrosa».

La embajada rusa en Washington respondió con un comunicado en el que señaló: «El 18 de enero, altos funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono anunciaron al unísono la ausencia de medidas de desescalada en la frontera ruso-ucraniana y argumentaron que nuestro país podría invadir el país vecino en cualquier momento, incluyendo también el territorio de Bielorrusia».

La nota de la legación diplomática rusa reiteró que «Rusia no va a atacar a nadie». «La práctica de mover tropas en nuestro propio suelo es nuestro derecho soberano. Pedimos que se ponga fin a la histeria y que no aumente la tensión en torno al problema de Donbás. Y lo más importante, no instiguen a Kiev a cometer nuevas provocaciones», agregó.

La embajada también cuestionó el compromiso de Washington para la resolución de la crisis. «Si EE.UU. está realmente comprometido con los esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto en Ucrania debería abandonar los planes para suministrar nuevas partidas de armas a las Fuerzas Armadas ucranianas. Debería también usar su influencia con las autoridades ucranianas para convencerlas de que dejen de sabotear los acuerdos de Minsk», concluye el comunicado.

Los países del Báltico reforzaron ayer su apoyo a Ucrania y no solo demandaron una mayor intervención de la OTAN y EE.UU., sino que prometieron la entrega de equipamiento militar «letal y no letal». Así lo hizo saber el ministro de Defensa de Letonia, Artis Pabriks, que lamentó que otros países europeos «no estén dispuestos a hacerlo».