Occidente negocia cómo seguir la evacuación de Afganistán

Miguel Pérez MADRID /COLPISA

INTERNACIONAL

Militares españoles durante la evacuación en el aeropuerto de Kabul.
Militares españoles durante la evacuación en el aeropuerto de Kabul. Europa Press

Bolaños confirma que la operación no ha terminado, pero «por motivos de seguridad trabajamos con discreción»

02 sep 2021 . Actualizado a las 11:30 h.

Reino Unido, Alemania, Francia, Estados Unidos y Países Bajos han tomado ya contacto con el nuevo Emirato para negociar un acuerdo que permita salir de forma segura a los miles de ciudadanos locales y extranjeros que permanecen atrapados en Afganistán tras el final de la evacuación y la retirada definitiva de los aliados. También Catar y Turquía han mantenido conversaciones en las últimas 36 horas con los talibanes, cuyo desenlace inmediato ha sido el envío a Kabul de un grupo mixto de técnicos con el objetivo de rehabilitar el castigado aeropuerto Hamid Karzai.

Desde que a medianoche del lunes despegó el último C-17 estadounidense poniendo punto final a veinte años de invasión, no todo han sido paseos triunfales por las ciudades conquistadas. El régimen tiene prisa. Y ha empezado a gestionar sus dos necesidades más perentorias: la reanudación de la actividad en el aeropuerto y la atención a las demandas de los Gobiernos que, todavía bajo los efectos de la reciente operación rescate, no quieren perder un minuto y ayer le pidieron que dé pasos encaminados a cumplir su promesa de dejar marchar del país a todos cuántos quieran hacerlo y dispongan de un visado. Aunque existen serias dudas sobre la fiabilidad de este compromiso, decenas de naciones e instituciones como la OTAN y la UE ya han advertido a los nuevos rectores afganos que solo con gestos como este y la protección de los derechos humanos conseguirán un mínimo reconocimiento internacional.

El aeropuerto es una pieza clava para que los talibanes mantengan el control social. Como dijo la canciller alemana, Angela Merkel, tiene una «importancia existencial» pues la población depende de su funcionamiento para recibir comida y medicinas. La operatividad es ahora una urgencia de cara a reactivar los vuelos comerciales y, sobre todo, generar un abastecimiento continuo de ayuda humanitaria en grandes cantidades.

Naciones Unidas reiteró este miércoles su petición de activar cuanto antes un «pasillo aéreo» entre Kabul y los países inscritos en el programa de ayuda. Dos trenes de mercancías llegaron a la capital desde Uzbekistán cargados de bienes básicos, pero nada es suficiente. Aparte de la carencia de medicinas y suministros clínicos, los afganos encaran una hambruna y los gastos de la guerra, los bloqueos internacionales de fondos y la parálisis comercial colapsan la economía nacional.

Nueva ofensiva de los talibanes

La otra manera de mantener el control es la guerra.Y eso todavía no ha terminado. El Emirato ordenó ayer una nueva ofensiva contra los resistentes del Panjhsir, la única provincia que no ha logrado invadir.

Medios internacionales informaron este miércoles de que durante todo el día se produjeron ataques en los que murieron combatientes de ambos bandos, pero los talibanes no pudieron apoderarse del territorio.

Diplomacia y diligencia La comunidad internacional contempla estas refriegas con la preocupación por las decenas de miles de personas que se encuentran desperdigadas por el país abandonadas a su suerte, sin haber conseguido la protección de los países donde nacieron o con los que han colaborado en estos últimos veinte años de ocupación. La esperanza reside ahora en la diplomacia y la diligencia de los técnicos turcos y cataríes para reparar el aeródromo.

Las instalaciones se encuentran muy deterioradas tras una semana salvaje de evacuaciones. Muchos equipos resultan inservibles, entre ellos, los que inutilizaron las tropas estadounidenses antes de retirarse. Por todo ello, Aviación Civil considera la terminal fuera de servicio, lo que a efectos prácticos impide cualquier vuelo comercial. Se da por hecho que, una vez recuperado, el aeródromo estará gestionado por operadores y técnicos turcos y cataríes.

Un centenar de gobernantes reconoció el domingo que había «recibido garantías de que todos los extranjeros y cualquier afgano con autorización de viaje» podrán acudir de forma segura a «puntos de partida fuera del país». Este miércoles pudo conocerse que patrullas de insurgentes escoltaron a numerosos norteamericanos hasta el aeropuerto durante la caótica evacuación para que su integridad no corriera peligro.

Sin embargo, el tiempo corre. Algunas naciones han decidido no esperar a la iniciativa del Emirato y ya han contactado con sus altos cargos.

«Personalmente no creo que haya ninguna manera de obviar mantener conversaciones con los talibán», comentó el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas. La Cancillería calcula que podría sacar aún de Afganistán a entre 10.000 y 40.000 personas.

Entre los negociadores confirmados figuran también Francia, Países Bajos y Reino Unido, cuyo primer ministro, Boris Johnson, manifestó que los británicos tienen una «enorme deuda» con los refugiados afganos.

Pero también cabe que haya habido acercamientos de otros países que, como España, ni lo confirman ni lo niegan. Las conversaciones se celebran en , sede de la oficina política liderada por el mulá Baradar, actualmente al frente de las labores de formación del nuevo Gobierno de Afganistán. 

EE. UU. tendrá allí una delegación para continuar los contactos iniciados antes de la evacuación con los talibanes.

Bolaños confirma que sigue la evacuación

Este jueves, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, confirmó en una entrevista en la Ser que «la evacuación no ha terminado». Bolaños aclaró que el operativo se realizará en la misma línea: «Somos un país que hemos anunciado las evacuaciones cuando ya todo el mundo estaba en Dubai, cuando todo el mundo estaba sano y salvo». En este sentido, el ministro apuntó que «en esta nueva fase vamos a trabajar con discreción por motivos de seguridad y buscando la máxima eficacia. Cuando podamos dar información la daremos, pero es prioritario que salga todo bien».

Sobre el número de personas que todavía siguen en Afganistán, Bolaños explicó que la lista de colaboradores a evacuar es «una lista viva, donde ha habido criterios muy flexibles para que la gente pudiera salir de allí y tenemos esa lista».