Los talibanes tratan de mantener el control de un país sumido en la crisis
INTERNACIONAL
La economía permanece paralizada y la falta de liquidez es ya dramática
01 sep 2021 . Actualizado a las 22:50 h.El fin de la ocupación estadounidense en Afganistán tras casi dos décadas de conflicto ha expuesto los nuevos desafíos que debe afrontar el régimen talibán, como la formación de un Gobierno o la necesidad de reactivar la economía. La ausencia de un Gobierno desde que los insurgentes tomaron el control de Kabul el 15 de agosto, ha sumido al país en una dramática crisis de liquidez, con miles de afganos frente a los pocos bancos abiertos para tratar de obtener algo de efectivo.
«Hace más de dos semanas que vengo al banco a diario y tengo en mi cuenta 250.000 afganis [unos 3.100 dólares], pero no puedo retirarlo debido a la gran cantidad de gente que hay aquí. La gente tiene realmente problemas debido a la falta de efectivo», explicó a Efe Mirwais, frente a una sucursal en Kabul del banco Azizi, en donde lleva haciendo cola desde las 4 de la mañana.
La mayoría de las entidades bancarias del país están cerradas desde la toma de Kabul por parte de los talibanes, y las pocas que abren permiten la retirada de un máximo de 200 dólares a la semana, un límite que ha sido impuesto por las autoridades.
Afganistán vive una situación de total desconcierto desde la llegada de los talibanes al poder, un proceso que se produjo en poco más de diez días y que provocó el corte de la ayuda internacional de la que Afganistán depende totalmente, suponiendo alrededor del 43 % de su PIB.
Un «equipo técnico» de Catar llegó este miércoles a la capital afgana para abordar la reanudación de las operaciones en el aeropuerto, tras su interrupción tras la salida de las últimas tropas de Estados Unidos, pero no hay todavía un acuerdo para ofrecer asistencia técnica a los talibanes, según una fuente citada por Efe.
Ante la incertidumbre que se vive en las calles, la formación de un nuevo Gobierno es fundamental para que alguien tome las riendas del país, algo que sucederá, según los talibanes, muy pronto. «Se ha allanado el terreno para la formación del nuevo gobierno, que se anunciará muy pronto, en unos días», aseguró el portavoz de los islamistas Bilal Karimi. Existen rumores de que el mulá Abdul Ghani Baradar, cofundador de los talibanes y jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar, pueda ser el próximo presidente de Afganistán; y que el actual líder de los talibanes, el mulá Hibatullah Akhundzada, esté por encima como una especie de líder espiritual supremo del país.
Mientras los líderes ultiman los detalles para la consolidación del nuevo régimen islamista, sus combatientes intensificaron los ataques en la norteña región de Panshir, la única de las 34 provincias afganas que no está bajo su control, tras el fracaso de las negociaciones con los opositores. El mulá Amir Khan Mutaqi, uno de los principales líderes de los talibanes, explicó en un mensaje que los esfuerzos por resolver pacíficamente el problema de Panshir «terminaron sin ningún progreso», por lo que ahora se han preparado para luchar.