La guerra llama a las puertas de Kabul

Mikel ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

Cientos de personas esperan para cruzar la frontera entre Afganistán y Pakistán después de que fuese reabierto este viernes el control de Chaman.
Cientos de personas esperan para cruzar la frontera entre Afganistán y Pakistán después de que fuese reabierto este viernes el control de Chaman. AKHTER GULFAM | Efe

Los talibanes gobiernan en más de la mitad de Afganistán y ya preparan la transición

14 ago 2021 . Actualizado a las 18:11 h.

En apenas una semana los talibanes han dado un giro radical a las últimas dos décadas que ha vivido Afganistán con presencia militar estadounidense. La insurgencia avanza de manera imparable y tras la toma de Herat y Kandahar el jueves, este viernes logró «liberar», tal y como informan en sus comunicados, Qalat, Terenkot, Pul-i-Alam, Feruz Koh, Qala-i-Naw (la antigua capital de la provincia española de Badghis) y Lashkar Gah. Esta última es la capital de Helmand, principal centro de cultivo de opio del país y uno de los bastiones tradicionales de los fundamentalistas que ha sido durante castigado por las fuerzas internacionales desde el 2001. La mayoría de victorias se producen sin apenas combates, lo que convierte el avance insurgente en un paseo triunfal cuyo objetivo final es llegar a la capital. La guerra está ya a las puertas de Kabul y todo indica que el país se inclina hacia un conflicto civil.

Anuncio de amnistía 

La bandera blanca del emirato ondea en 18 de las 34 capitales de provincia y la administración talibán, que en muchas de las provincias gobernaba hasta ahora en la sombra, trata de hacer una transición lo menos dramática posible. Las nuevas autoridades islamistas anunciaron una amnistía para cualquiera que haya cooperado con el Gobierno de Kabul o con EE.UU. «No desperdicien esta oportunidad de oro, entréguense y trabajen con el emirato islámico para la reconstrucción del amado Afganistán. Las personas que han realizado algún tipo de trabajo en el Gobierno durante los últimos 20 años no deben tener miedo de los talibanes. Todos los vemos como hermanos. Dejemos de oponernos y vivamos una vida cómoda», afirma el comunicado.

Esta especie de oferta de arrepentimiento llega de la mano de los primeros ahorcamientos y castigos públicos en las plazas conquistadas, un ejemplo de la vuelta de la lectura rigorista del islam que ya impusieron los talibanes entre 1998 y el 2001. Líderes como Ismail Khan, el veterano comandante local que lideraba la resistencia en Herat, ya están entre rejas.

Mientras Estados Unidos y el Reino Unido anuncian el envío de tropas a Kabul -no para defender la ciudad sino para asegurar la evacuación de sus nacionales-, el presidente afgano, Ashraf Ghani, reunió al Consejo de Seguridad Nacional y se mostró dispuesto a «permanecer firme ante los terroristas». Frente a los rumores cada vez más intensos sobre su posible dimisión, Ghani apeló a «la defensa por todos los medios de nuestro sistema» y se mostró «orgulloso» de las fuerzas de seguridad. 

La capital, último refugio

Kabul se ha convertido en el último lugar seguro para miles de afganos que escapan de la zona bajo control talibán. Los billetes de avión han disparado sus precios ya que el aire es la única salida segura de una capital cuyas principales vías de acceso están bajo control de la insurgencia. «Todos nos han abandonado, desde la comunidad internacional hasta los países vecinos. Estamos solos y comienza a sentirse el pánico entre la gente», apunta desde Kabul el trabajador humanitario Edris Lufti, que lleva días apoyando a los desplazados internos que llegan a la ciudad y se instalan en parques y calles.

Unos 400.000 desplazados.

La ONU alertó este viernes del impacto de los combates sobre los afganos. El número de víctimas civiles podría ser «el mayor del que se tiene registro» y ya son más de 400.000 los desplazados internos. Desde Acnur pidieron a los países vecinos que no cierren sus fronteras para permitir la salida de civiles que huyen de los talibanes. Tras una larga espera, Pakistán abrió el cruce fronterizo de Chaman.

El Reino Unido avisa del probable resurgimiento de Al Qaida en el país 

El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, advirtió este viernes que Al Qaida «probablemente resurgirá» en Afganistán a medida que la situación de seguridad continúe deteriorándose, al tiempo que calificó de «un error» el acuerdo de paz alcanzado en el 2020 entre la Administración Trump y los insurgentes. «Es un acuerdo podrido», añadió.

«Afganistán se está convirtiendo en un Estado fallido y habrá una guerra civil en la que grupos terroristas como Al Qaida prosperarán y probablemente volverán a suponer una amenaza para Occidente, declaró Wallace en la cadena Sky News. Y agregó que si los talibanes comienzan a dar cobijo a la red fundada por Osama Bin Laden, entonces «podríamos volver».

El primer ministro británico, Boris Johnson, estaba reunido la tarde del viernes con el comité de emergencias Cobra para discutir la escalada de la violencia en Afganistán. Downing Street anunció la reunión de alto nivel cuando la laborista Lisa Nandy acusó al Gobierno de estar «escondido».