El pacto para dar Turingia a la extrema izquierda tensa otra vez a la CDU

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

 Unas 3.000 personas salieron ayer a las calles de Hanau en una marcha contra el racismo tras la matanza a manos del ultra Tobias Rathjen
Unas 3.000 personas salieron ayer a las calles de Hanau en una marcha contra el racismo tras la matanza a manos del ultra Tobias Rathjen ARMANDO BABANI | Efe

La dirección de los cristianodemócratas no respalda el acuerdo de gobierno en el «Land» para aislar a la AfD y retrasar un año las elecciones regionales

23 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los conservadores de la región germano oriental de Turingia han desatado una nueva tormenta en la CDU de Angela Merkel por su reiterada desobediencia a los dictados del partido y su intención de apoyar de nuevo a uno de los extremos del espectro político alemán, esta vez a La Izquierda. El pacto alcanzado por los diputados de la Unión Cristianodemócrata en ese Land para apoyar la reelección como primer ministro de Turingia del líder local de La Izquierda, Bodo Ramelow, a cambio de retrasar más de un año las elecciones regionales ha desatado las iras de la cúpula cristianodemócrata.

Hace dos semanas los mismos diputados provocaron otro terremoto en el partido conservador al secundar a la ultraderechista AfD en la elección del liberal Thomas Kemmerich como jefe del Gobierno local para evitar que Ramelow volviera a gobernar. 

«Una elección táctica como esa carece de credibilidad», dijo Paul Ziemiak, secretario general de la CDU, al valorar el acuerdo alcanzado por sus correligionarios rebeldes en Turingia con La Izquierda. «La única alternativa con sentido» es celebrar cuanto antes elecciones anticipadas, exigió Ziemiak, quien reclamó el inmediato retorno a la disciplina del partido de sus compañeros, amenazó con consecuencias y subrayó que su actuación en la región germano oriental cuestiona la credibilidad de la CDU en toda Alemania y atenta contra el acuerdo tomado en su último congreso que prohíbe expresamente toda colaboración de los conservadores con La Izquierda o la AfD. 

4 de marzo

La Izquierda, los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes, que pretenden formar un Ejecutivo de minoría, alcanzaron en la noche del viernes un compromiso con los cristianodemócratas locales para resolver la crisis de gobierno en Turingia. El pacto contempla la reelección de Ramelow como primer ministro de Turingia el próximo 4 de marzo en primera vuelta. Para ello, la coalición minoritaria necesitaría de al menos cuatro votos de diputados de la CDU para alcanzar la necesaria mayoría. El grupo parlamentario conservador en Turingia afirmó que no respalda como tal la elección de Ramelow, pero dio a entender que en la votación secreta cederá los votos suficientes para que eso suceda. A cambio, los cuatro partidos acordaron por insistencia conservadora retrasar hasta el 25 de abril del 2021 el adelanto electoral. La CDU en Turingia es consciente de que unas elecciones anticipadas en los próximos meses supondrían un suicidio político. Todas las encuestas auguran un desastre electoral para los cristianodemócratas por su apoyo inicial a la ultraderecha.

La última maniobra de los diputados conservadores del Land ha causado indignación entre los dirigentes del partido. El presidente del Bundestag y exministro de Finanzas con Merkel, Wolfgang Schäuble, recordó que La Izquierda es «legalmente» la sucesora de los comunistas que gobernaron en la extinta RDA. «Tenemos colegas en el Parlamento que fueron víctimas de la Stasi», la policía política germanooriental, dijo Schäuble, para quien la lucha contra el comunismo sigue siendo parte de la CDU. 

Entre tanto, la presidenta del SPD, Saskia Esken, expresó su apoyo al polémico pacto regional y demandó de sus socios conservadores de coalición en Berlín que cumplan sus acuerdos para una formación del Gobierno y la celebración de prontas elecciones en Turingia.

El SPD juega con el viento a favor en las elecciones regionales de hoy en Hamburgo

 

Nadie duda de quién será el ganador de las elecciones regionales que se celebran este domingo en la ciudad-estado de Hamburgo. Los socialdemócratas (SPD) y su alcalde gobernador, Peter Tschentscher, juegan con viento a favor y las encuestas, aunque auguran que perderán al menos cinco puntos respecto a los comicios del 2015, los sitúan al borde del 40 %, a una distancia apreciable de sus más inmediatos seguidores. Quienes despegarán en estas elecciones y seguirán cabalgando en la cresta de la ola de la popularidad como en toda Alemania son Los Verdes.

Hasta un 25 % de votos y un aumento superior a los once puntos pronostican los sondeos para los ecologistas. Gracias en gran parte a su belicosa y joven candidata Katharina Fegebank, empeñada en convertir a los ecologistas en primera fuerza local. Curiosamente los dos partidos que más votos van a recibir en la gran ciudad portuaria gobiernan en coalición desde hace cinco años y se da por descontado que lo seguirán haciendo el próximo lustro.

Sufrir les toca a los demás y en gran parte como consecuencia del escándalo protagonizado por conservadores y liberales por apoyarse en la AfD para evitar un gobierno de coalición de izquierdas y ecologistas en Turingia. La CDU pagará los platos rotos y caerá de segunda a tercera fuerza local en Hamburgo, adelantada por Los Verdes. Y el Partido Liberal (FDP) lucha incluso por su supervivencia.