La sustituta de Merkel será su relevo en Defensa entre rumores de crisis con el SPD

patricia baelo BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

FABRIZIO BENSCH | Reuters

Sustiye a Ursula von der Leyen, cuya elección al frente de la Comisión Europea ha agravado la disputa entre los socios de la gran coalición de Gobierno

18 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Lejos de calmar los ánimos, la elección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea ha echado más leña al fuego en la disputa que mantienen los socios del Gobierno de Angela Merkel. Un día después de que los 16 eurodiputados del SPD votaran en contra de su compatriota, uno de los líderes interinos del partido justificaba su decisión, alegando que Von der Leyen no era candidata a los comicios de mayo. «No consideramos inteligente ignorar uno de los pilares del proceso, porque se volverá en nuestra contra a más tardar en las próximas elecciones europeas», defendía ayer Thorsten Schäfer-Gümbel en declaraciones al canal ZDF.

Por su parte, la presidenta de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK), anunció su intención de discutir al respecto con sus socios minoritarios. «Ahora los socialdemócratas tienen que explicar a las ciudadanas y ciudadanos de Alemania por qué no tendieron la mano a alguien de su Ejecutivo», aseguró AKK. Lo mismo opina el jefe de la fracción parlamentaria cristianodemócrata, Ralph Brinkhaus. «Por primera vez en más de 50 años tenemos de nuevo a una persona alemana, a una mujer en este caso, a una ferviente europeísta, que se postula para el puesto», insistió Brinkhaus, que también aludió a las tareas pendientes que tiene ante sí la gran coalición.

Sobre todo este invierno, cuando se cumple la mitad de una legislatura marcada por las disputas internas y el SPD deberá renovar su jefatura y decidir si desea seguir adelante con la alianza de Gobierno, que lo ha llevado a mínimos históricos, o prefiere intentar regenerarse en la oposición. Por lo pronto, la gran coalición se enfrenta a relevos de personal. Ayer los conservadores designaron a AKK como nueva ministra de Defensa, ocupando así la vacante que deja Von der Leyen. Un polémico nombramiento que ha sido criticado por los liberales del FDP, y que ha pillado por sorpresa, ya que la propia AKK dijo hace dos semanas que se iba a centrar exclusivamente en la presidencia de la CDU.

Se trata, según parece, de una maniobra de Merkel para dar más protagonismo y otra plataforma de expresión a la insípida Kramp-Karrenbauer, que sigue perdiendo apoyo en los sondeos por sus meteduras de pata, mientras la canciller es más popular que nunca. «La estrategia de demostrar su valía como jefas de partido sin formar parte del Ejecutivo no les ha salido bien ni a Andrea Nahles con el SPD ni a AKK con la CDU», reconoció un alto cargo cristianodemócrata, que habló de pasar a la ofensiva.

Pero la maniobra no está exenta de riesgos. La cartera de Defensa es una de las más complicadas. Por ello, o bien AKK sale airosa allá donde otros han fracasado, o bien tendrá que ceder en sus aspiraciones a ocupar la silla de Merkel cuando se retire. El problema es que no hay nadie a la altura de la canciller, que cumplía ayer 65 años en medio de las dudas por su estado de salud.