Londres ladra contra el «brexit»

Rita Álvarez Tudela LONDRES

INTERNACIONAL

RITA ÁLVAREZ TUDELA

Propietarios de mascotas temen los efectos negativos de la salida de la UE

08 oct 2018 . Actualizado a las 07:50 h.

A las puertas del Parlamento de Westminster había este domingo más perros que turistas. Cientos de ellos, acompañados por sus dueños, protagonizaron una marcha llamada guauferendum, en la que manifestaron su oposición al brexit, reclamando una segunda consulta sobre la salida de la Unión Europea.

«Queremos crear el mayor ladrido del mundo», reivindicaba al inicio de la marcha Daniel Elkan, el artífice de la iniciativa, confiando en el amor desmesurado de los británicos por sus animales para intentar bloquear el brexit.

En la marcha había representación de teckels con carteles en los que decían que no querían ser «salchichas de cambio», jugando así con su apodo y la frase «moneda de cambio», que los tres millones de ciudadanos de la UE temen terminar siendo en la dura negociación del brexit entre Londres y Bruselas.

«Ladridos contra el brexit», llevaba colgado un terrier junto a un lazo con las estrellas de la bandera de la UE. Mientras que otros dueños optaron por mensajes en los que lamentaban que el brexit «no es un simple paseo por el parque» o haciendo una última petición: «Quedémonos, queremos dar nuestra opinión final».

Un gigante leonberger llevaba el cartel «Osos frente al brexit», posando cómodo frente a las cámaras, mientras a su alrededor jugaban corgies, huskies, collies y bulldogs. La armonía presidió una colorida jornada ante el asombro de los turistas, que se sacaban una foto con el Big Ben en obras y un Parlamento cubierto con andamios.

Los organizadores afirman que dejar el bloque perjudicará a los 54 millones de mascotas que se cree que hay en el Reino Unido. «Es bueno resaltar un punto serio de una manera tan divertida: todos amamos a los perros», dijo la profesora alemana Flora Renz. Vive en Londres desde hace más de una década, los últimos tres años con Billy, un beagle. «No sé si un segundo referendo es la mejor solución, pero cualquier cosa es mejor que lo que está sucediendo en este momento», reconoció.

Tras recorrer las principales calles del centro de Londres, la marcha de los perros terminó en la plaza del Parlamento, donde políticos, actores y activistas, portando a sus amigos de cuatro patas y las banderas de la UE, gritaron por un nuevo voto popular sobre el brexit.

Entre los asistentes estaba Alastair Campbell, un exportavoz del Gobierno laborista, reconociendo desde el escenario que hará todo lo que sea posible para «tratar de persuadir al país para que vuelva a echarle un vistazo al brexit». A la marcha fue acompañado de su perro Skye, un cavalier de cinco meses. Para Campbell, está claro que el Reino Unido «no se está uniendo en torno a ninguna visión del brexit y no es más que una forma de luchar».

Algunos dueños llevaban su cara pintadas como si de perros se tratase, pero detrás de su máscara se esconde su preocupación por el miedo a que el Reino Unido, con el divorcio del bloque común, abandone el programa europeo de pasaporte para mascotas, que permite a las que están registradas viajar a los Estados miembros libremente con sus propietarios.

La ruptura con Bruselas, prevista para la primavera del 2019, implicará que los dueños de mascotas tengan que enfrentarse a una mayor burocracia y necesitarán más tiempo de preparación si llevan a sus compañeros caninos al continente. Pero esas no serían las únicas consecuencias: también temen una subida del precio de los cuidados y los alimentos.

Y una caída en el número de veterinarios, pues más de la mitad de los que se registran en el Reino Unido cada año provienen del extranjero, en su mayoría de la UE. Un informe del Royal College of Veterinary Surgeons advierte que su reducción pondrá en peligro el bienestar animal.