«Papá, papá»... El desgarrador llanto de los niños inmigrantes separados de sus padres en EE.UU.

Laura Penayo / C. R.

INTERNACIONAL

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La política de «tolerancia cero» de Trump con la inmigración ilegal está separando a miles de niños inmigrantes de sus padres en EE.UU.

19 jun 2018 . Actualizado a las 13:15 h.

«¿Puede llamar a mi tía para que me venga a recoger y que luego venga mi mami lo más rápido posible, por favor?», pide una niña mientras, de fondo, se escucha el llanto de un niño que pide ver a su papá. Desasosiego, incertidumbre, miedo. Eso es lo que transmite el audio filtrado por ProPublica, desde una instalación de Aduanas y Protección Fronteriza.

A las voces de los niños, se une la voz de un agente de la Patrulla Fronteriza que irrumpe el coro de llantos entre bromas: «Bueno, tenemos una orquesta aquí»; «no lloren», dice después. 

LOREN ELLIOTT | AFP

Más adelante, aparece la voz de una funcionaria consular que identificaba a algunos de los niños de «El Salvador, Guatemala y Honduras». Una niña le dice que su mamá se quedó en Honduras; y en otro momento la funcionaria señala quienes llegaron con su mamá o su papá. 

Ahogada en la desesperación, la niña de El Salvador que en principio pedía hablar con su tía, logra decir de memoria el número telefónico y la funcionaria marca la llamada. «Imagínese recibir una llamada de su sobrina de 6 años. Está llorando y me ruega que vaya a buscarla. Me dice: "Prometo que me portaré bien, pero por favor sácame de aquí"», dijo a ProPublica la tía de la niña.  

Según la agencia de noticias independiente, en el lugar estaban 10 niños centroamericanos de edades comprendidas entre 4 y 10 años, que ya habían pasado las primeras 24 horas sin sus padres.

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Ellos forman parte de los 2.000 niños inmigrantes que han sido separados de sus padres desde el 19 de abril hasta el 31 de mayo, de acuerdo a informaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). Estas separaciones obedecen a la política que ordena que los funcionarios de Seguridad Nacional de los Estados Unidos refieran todos los casos de ingreso ilegal al país a fiscales para que les presenten cargos.

Bajo la política de «tolerancia cero», el gobierno de EE. UU. ordena que todo aquel que trate de entrar en el país de forma ilegal debe ser procesado. En tanto que los menores no pueden entrar en las prisiones de adultos, son separados de sus familiares y recluidos en otros centros.

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El presidente Donald Trump se ha desligado responsabilidad de estas separaciones familiares y ha reafirmado su posición asegurando que, bajo su mandato, «EE.UU. no va a convertirse en un campo de immigrantes ni en un centro de refugiados». Su secretaria de Seguridad Interior, Kristjen Nielsen, ha reforzado también la defensa de la práctica, aunque el fin de semana negaba que hubiera una política de separar familias. «No pediremos perdón por el trabajo que hacemos y que hacen las fuerzas del orden», ha dicho.

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Además de las duras críticas de instituciones religiosas, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al-Hussein, calificó esta práctica como «abuso infantil» y añadió: «la idea de que cualquier Estado intente disuadir a los padres infligiendo tal abuso en los niños es inadmisible».

Trump, también encontró otro frente en su esposa, Melania Trump, quien a través de su portavoz afirmó que «odia ver a los niños separados de sus familias». La primera dama, también instó a lograr un acuerdo entre demócratas y republicanos para reformar las leyes migratorias. «La señora Trump piensa que el país debe respetar la ley pero también debe gobernar con el corazón», añadió su directora de comunicación.

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Ante la protesta, el presidente acusó a los demócratas de ser responsables de esta situación, y reclamó una vasta reforma migratoria para poner fin al problema. «Por una vez, los demócratas podrían aportan una solución a la separación forzada de las familias en la frontera trabajando con los republicanos para una nueva ley», dijo el sábado en Twitter.

Por su parte, los republicanos se muestran un tanto divididos esta semana para presentar dos propuestas de ley: una que satisfaga a su ala dura y otra que intente reconciliar a moderados y conservadores pero que incluya las demandas de Trump, especialmente el desembolso de 25.000 millones de dólares para la construcción de un muro en la frontera con México. El texto incluiría una enmienda que asegure que «los menores acompañados aprehendidos en la frontera no serían separados de sus padres», según fuentes republicana.

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