A la tripulación del submarino argentino le quedan dos días

Paula Sabajanes BUENOS AIRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

EFE

Investigan un ruido metálico captado en la zona de búsqueda

21 nov 2017 . Actualizado a las 07:23 h.

Un halo de luz se vislumbraba ayer en torno al misterio del submarino argentino desaparecido. Los sistemas de sonar de dos buques estadounidenses captaron «ruidos metálicos» que podrían ser herramientas golpeando el casco del San Juan. La información recogida por la CNN de un alto funcionario de la Marina de EE.UU. generó de nuevo la esperanza entre los familiares de las 44 tripulantes del sumergible, después de que horas antes la Armada argentina desmintiera que las siete llamadas que recibieron el sábado procedieran de la nave perdida.

Un buque argentino ya ha localizado la ubicación aproximada de la que provienen los sonidos y está concentrando su búsqueda en un área de 35 millas náuticas cuadradas (unos 120 kilómetros cuadrados), aproximadamente a 330 millas (611 kilómetros) de las costas argentinas, según la fuente citada por la CNN. En el rastreo participa un avión P-8, también conocido como cazador de submarinos. De todas formas, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, pidió cautela. «Aunque ha sido constatado por varios medios hay que procesarlo y tratarlo en tierra».

Avería en las baterías

Esta paciencia que implora Balbi es difícil de mantener, más cuando con el paso de los días las posibilidades de encontrar con vida a los tripulantes se reducen. Fue el mismo Balbi el que comentó antes de la localización de estos ruidos que, en el peor de los escenarios, los desaparecidos no podrán aguantar más de 48 horas porque cuando la nave no puede salir a la superficie tiene hasta una semana de autonomía. Además, ayer, el capitán de navío, Gabriel Galeazzi reveló en la base naval de Mar del Plata -donde debería haber llegado el submarino el domingo- que el miércoles la embarcación había informado de una avería en las baterías cuando se encontraba en el golfo San Jorge, a unos cientos de kilómetros de la costa de la región patagónica del sur de Argentina.

Galeazzi puntualizó, sin embargo, que ese no fue un aviso de emergencia ni una petición de auxilio, y aseguró que posteriormente realizó una comunicación más para confirmar su rumbo, velocidad y estado.

El trabajo de las trece embarcaciones y diez aviones que, capeando el temporal, buscaban indicios del submarino San Juan tampoco está siendo fácil debido al mal tiempo y a las olas de seis metros que agitaban ayer frenéticamente las aguas heladas del Atlántico. La Armada argentina insiste en no descartar ninguna hipótesis e intensifica la búsqueda en una vasta área marítima con la colaboración de medios de siete países desplazados especialmente para sumarse al operativo.

El presidente del país, Mauricio Macri, se desplazó a Mar del Plata, a unos 400 kilómetros de Buenos Aries, para reunirse con los responsables del dispositivo de búsqueda y rescate y con los familiares de la tripulación del San Juan, que se mantienen en el lugar a la espera de cualquier novedad asistidos por un equipo de médicos y psicólogos.