Hariri irá al Líbano desde París

fernando iturribarría PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

THOMAS SAMSON | AFP

Desvelará su futuro en su país tras ser recibido por Macron

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Riad-París-Beirut. Saad Hariri regresará al Líbano con escala en París gracias a la mediación de Emmanuel Macron. El primer ministro dimisionario libanés viajó ayer desde Arabia Saudí a la capital francesa donde anunció que volverá a Beirut como muy tarde el próximo miércoles, día de la fiesta nacional de independencia. Allí se manifestará sobre su dimisión, que anunció el pasado día 4 en Riad y que el presidente libanés, Michel Aoun, aún no le ha aceptado pues le exige que la presente en persona y exponga los motivos.

Hariri se trasladó en avión a París a invitación de Macron, con quien se entrevistó a solas en el palacio del Elíseo. Acto seguido almorzó con el presidente francés y la primera dama, Brigitte Macron, en compañía de su esposa, Lara, y de su hijo mayor, Houssam, que se desplazó desde Londres. Los otros dos hijos del matrimonio libanés se quedaron en Arabia Saudí donde ambos adolescentes residen y están escolarizados.

Al término de las reuniones, Hariri declaró en francés y árabe que dará a conocer la decisión sobre su futuro político tras entrevistarse en los próximos días con Aoun en Líbano. Además, agradeció a Macron su apoyo. Dijo que no olvidará jamás una muestra de «amistad inquebrantable» y subrayó que Francia «ha demostrado de nuevo la grandeza de su papel en el mundo y en la región». El presidente libanés también dio las gracias a su homólogo francés por la implicación personal en la crisis en una conversación telefónica previa a la recepción a Hariri en el Elíseo. 

Francia en Oriente Medio

Disipada la hipótesis de un exilio francés de Hariri y su familia, fuentes del Elíseo insistieron en la voluntad de Macron de pacificar la situación creada por la anunciada dimisión y de evitar los riesgos de desestabilización en la región. El objetivo proclamado por París consiste en facilitar que el Líbano pueda conservar su estabilidad, el modelo de coexistencia entre varias comunidades religiosas y un Estado fuerte.

La iniciativa de Macron, decidido a desempeñar un papel de mediador internacional, representa el regreso de la diplomacia francesa a Oriente Medio. Aparte de contribuir a rebajar la tensión, ha permitido a Hariri eludir una situación delicada al tiempo que ofrece a Arabia Saudí una puerta de salida airosa con la cabeza alta de un embrollo diplomático de solución complicada.

El presidente francés aprovechó su estancia el 8 de noviembre en Dubai con motivo de la inauguración de una sucursal del museo del Louvre para efectuar una visita relámpago a Riad donde se entrevistó durante tres horas en el aeropuerto con el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salman. Ese primer contacto personal entre los dos dirigentes treintañeros permitió desbloquear la crisis al evitar un regreso directo del primer ministro dimisionario en plan héroe nacional a Beirut y salvar la cara del nuevo hombre fuerte de Riad de manera honrosa.

En la resolución transitoria de la crisis han desempeñado un papel fundamental los buenos oficios de Jean-Yves Le Drian, ministro de Exteriores francés. Las estrechas relaciones establecidas con numerosos mandatarios de Oriente Próximo y Medio durante los cinco años que estuvo al frente de la cartera de Defensa, bajo la presidencia del socialista François Hollande, han servido para que Macron mantenga contactos directos y permanentes con buen número de dirigentes de la región.

A cambio del gesto saudí, Le Drian renunció a la visita que tenía previsto cursar a Teherán la semana próxima para preparar la gira anunciada sin fecha por Macron. La intervención francesa ha disgustado a Irán, valedor del partido-milicia chií libanés Hezbolá, que el viernes acusó a París de tener una «visión partidista y sesgada» en su rivalidad con Arabia Saudí así como de «interferir» en su programa de misiles balísticos.