Alejandro Alvargonzález: «Daesh nos seguirá dando disgustos, pero ha sido derrotado, han perdido»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO / LA VOZ

INTERNACIONAL

PACO RODRÍGUEZ

El gijonés habló de los retos de la Alianza ante las nuevas amenazas: ciberataques y posverdades

21 oct 2017 . Actualizado a las 09:48 h.

El gijonés Alejandro Alvargonzález es desde hace poco más de un año el número tres de la OTAN, un cargo que reconoce «complicado» pero que le produce también una gran satisfacción porque «estás en el lado correcto haciendo lo que debes por unos países que tienen unos principios, valores e ideales comunes y que tratan de enfrentarse a las amenazas contra esos principios, valores e ideales». Alvargonzález pronunció ayer una conferencia en el foro El mundo que viene, organizado por APD y el Igape, que reunió en Santiago a unos quinientos directivos.

-En un mundo cambiante como el actual, ¿dónde se concentran ahora esas amenazas?

-Hay riesgos básicos evidentes como el terrorismo, la amenaza del Este, la agresividad de Rusia... Y a medio y largo plazo, otros menos evidentes como el enfrentamiento entre dos modelos políticos, el democrático y el autoritario, que pensábamos que tras la caída del muro de Berlín no se iba a repetir pero que sigue ahí, con nuevas armas, nuevas tecnologías y nuevas formas de amenazar a la población que nos preocupan. Esto es una realidad, no un camelo ni un cuento.

-¿Se refiere a su infiltración en los países democráticos?

-Me refiero a la manipulación informativa, a los ciberataques, a los troles, a la interferencia en elecciones libres...

-¿Cómo se interfiere en unas elecciones libres?

-Como ha ocurrido en Estados Unidos y en otros lugares, países que han sufrido campañas masivas y sesgadas, el ciberespionaje, el espionaje industrial, el privado... Pero los sistemas de inteligencia están para eso y funcionan, no solo desde la OTAN; los países a través de sus leyes tienen el derecho y el deber de defender la libertad de expresión. Las falsedades y las posverdades se acaban desmontando y a largo plazo lo que aguanta es la credibilidad.

-¿La llegada de Trump dificultó las relaciones con Estados Unidos?

-Soy extremadamente respetuoso, el presidente de EE.UU. fue elegido por los ciudadanos en unas elecciones libres y legítimas. Tiene sus opiniones y es libre para tenerlas, pero la OTAN es una alianza compuesta por 29 países donde lo que importan son los consensos; siempre hay dificultades, pero yo no entro a juzgar las decisiones de los ciudadanos de Estados Unidos.

-¿Aunque haya sospechas sobre las elecciones?

-No hay sospechas sobre las elecciones, hay una realidad, y es que hubo un intento de interferir en ellas, pero eso no quiere decir que no haya sido elegido democráticamente.

-¿Y el «brexit»?

-Afecta a la moral del proyecto europeo, es un momento difícil porque que uno de sus socios fundamentales abandone es triste, pero en el terreno de la seguridad los efectos son relativos porque el Reino Unido está firmemente comprometido con la OTAN, aunque produce un impacto político que es consecuencia de estos tiempos que corren.

-Al menos llega usted a Santiago con una buena noticia, la liberación de la ciudad de Raqa ocupada por el Estado Islámico.

-Por supuesto, Daesh [acrónimo en árabe del EI] ha perdido prácticamente todo su territorio, nos seguirá dando mil disgustos, pero ha sido derrotado. Ahora tenemos que pensar en el post-Daesh, en qué va a ocurrir en esa región, cómo equilibrar las distintas fuerzas, cómo se va a integrar a la población suní o qué va a pasar con los militantes yihadistas que huyen.

-Esos disgustos son atentados, imagino...

-Habrá atentados y nos harán sufrir mucho, pero han perdido el control del territorio y el de sus finanzas, el control del aparato de propaganda, su capacidad de captación... Han perdido.