Los bulos del atentado de Mánchester

M.V.

INTERNACIONAL

Falsos llamamientos a través de Twitter, informaciones incorrectas y descalificaciones: la otra cara de las redes sociales

23 may 2017 . Actualizado a las 13:21 h.

La miseria humana no tiene límites. Eclipsada por la abrumadora solidaridad que se asoma en Twitter cada vez que un ataque o una catástrofe deja frío al mundo, sacudido, conmocionado, ha cogido la mala costumbre de camuflarse entre palabras de consuelo, gritos de ayuda y datos verídicos, destinados a mantener la calma y a los individuos correctamente informados. Pero está ahí, aunque nos resistamos a creerlo. Culebrea entonces, cuando el ser humano baja las defensas, para regodearse en el protagonismo adquirido, llamar la atención, presumir. No está siendo distinto esta vez. En el torrente de solidaridad -Twitter se ha convertido en una utilísima herramienta, no solo para comunicar novedades del ataque en Mánchester, también para ofrecer ayuda y dar con los que todavía están desaparecidos- se ha colado ya al menos una falsa alarma sobre la presencia de un hombre armado en un hospital de la ciudad, dos llamamientos sobre supuestas personas desaparecidas que no son realesalgún que otro troll culpando a Ariana Grande de la tragedia.

Las dos mentiras más peligrosas corresponden a dos llamamientos en un escenario, Twitter, en el que padres desesperados rastrean cualquier pista posible sobre sus hijos desaparecidos -el cinturón de explosivos del terrorista suicida fue detonado tras la última canción del concierto; miles de jóvenes huyeron espantados y algunos todavía se encuentran en paradero desconocido-. El primero registra más de 14.000 nocivos retuiteos, difíciles de frenar a estas alturas. Incluye la foto de un chico, sentado en la mesa de una cafetería. Le acompaña un texto que dice: «Mi hijo estaba hoy en el Manchester Arena (lugar del concierto). No responde el teléfono. Por favor, ayuden».

El que aparece en la imagen no es, sin embargo, ninguna víctima del atentado de Mánchester. Tampoco ningún asistente al concierto de la estrella del pop estadounidense. Es el youtuber ReviewBrah, dueño del canal The Report of the Week, pero no de la cuenta desde la que fue publicado el tuit. Cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, subió a la Red un vídeo confirmando que se encuentra bien y aclarando que alguien había utilizado su fotografía para «engañar al público con noticias falsas». «Mi corazón está con las víctimas de la explosión», añadió.

El autor de esta cruel apelación no parece, sin embargo, tener remordimiento alguno de conciencia. Al contrario. Fanfarronea de la hazaña en su cuenta. Retuitea noticias que se hacen eco de su mensaje, creyéndolo real. Ataca a los fans de Ariana Grande y le falta al respeto a su dolor, se cachondea de quienes dicen estar rezando por él.

Misma dinámica sigue el segundo llamamiento, al que ya le han dado eco más de 15.700 personas. No sospechan que se trata de una cruel mentira que recurre a un pequeño con síndrome de Down para deleitarse con el dolor y la aflicción ajena.

El dueño de la cuenta -creada en febrero y con solo una docena de tuits- mendiga retuits para dar con su «hermano pequeño Frank». Pero los usuarios de la red social del pájaro azul han estado avispados esta vez. El embuste fue desarmado en los comentarios que responden al mensaje, donde varios internautas demostraron que la foto pertenecía a un catálogo de una línea de ropa y no a un niño perdido en el Manchester Arena.

Pero hay más. Las denuncias en la plataforma continúan brotando a medida que pasan las horas y el susto amaina. Son los propios usuarios quienes, visto lo visto, se han lanzado a desenmascarar a sus compañeros de foro, identificando peticiones confusas y señalando con el dedo todo dato que consideran de dudosa consistencia y procedencia. No sobran ojos. No hay lugar donde la maldad, alimentada por el anonimato, esté más en plena forma que en Twitter.