¿Vuelven los liberales?

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Christian Lindner.
Christian Lindner.

Bajo el impulso de un nuevo líder, Christian Lindner, el FDP podría suplir al SPD como socio de Merkel

17 may 2017 . Actualizado a las 07:39 h.

Con los comicios del domingo en Renania del Norte-Westfalia, los partidos alemanes dan carpetazo al «superaño electoral» y se concentran ya en las generales del 24 de septiembre. A cuatro meses de la cita con las urnas, la conservadora Angela Merkel tiene cada vez más posibilidades de lograr un cuarto mandato al frente de la cancillería. Sobre todo tras la debacle de su rival, el socialdemócrata Martin Schulz, en las tres últimas elecciones regionales. Sin embargo, la líder de la CDU no tendrá fácil la formación de gobierno, ya que su objetivo principal será imponerle un cordón sanitario a los ultraderechistas de AfD, que podrían acceder al Bundestag como la tercera o la cuarta fuerza más votada.

«Una reedición de la gran coalición no sería positivo», defiende el historiador Paul Nolte. El pueblo alemán tiene sed de cambio y de que uno de los dos grandes partidos pase al banquillo de la oposición para conferirle una mayor pluralidad al tablero político. Consciente de ello, tanto Merkel como Schulz tienen la mirada fija en las formaciones minoritarias, que sin duda van a desempeñar un papel decisivo. Especialmente una de ellas está últimamente en boca de todos: el Partido Liberal Alemán (FDP), que ha cogido impulso al calor de varios éxitos regionales que le han garantizado representación en 9 de los 16 Parlamentos del país.

Los últimos sondeos le conceden entre el 6% y el 7% de intención de voto. Un resultado que queda muy lejos del 14,6% que consiguió en el 2009 y que le catapultó directo al Ejecutivo como socio minoritorio de la CDU, pero que le permitiría volver de nuevo al Bundestag y recuperar así su tradicional condición de partido bisagra. De hecho, en Renania, el FDP obtuvo un 12,6%, cuatro puntos más que en el 2012, y podría entrar en el Gobierno regional junto a los conservadores, desbancando así a la coalición formada por socialistas y Verdes. Casi un milagro para un partido que en las generales del 2013 se quedó por debajo del 5% mínimo y salió del Bundestag por primera vez desde 1949.

Ahora, tras cuatro años de ausencia, el FDP está decidido a regresar, tal y como desean más de la mitad de los ciudadanos según las encuestas. De la mano de Christian Lindner, un carismático político de 38 años que tuvo como mentor al mediático exministro de Exteriores Guido Westerwelle, la formación se ha reeditado. Su programa se basa en los temas liberales de siempre, pero actualizados al momento presente: el establecimiento de una «integración vinculante» con límites a los dobles pasaportes; más dinero para la educación, acompañado de una ofensiva digital; y una rebaja fiscal de al menos 30.000 millones de euros.

El partido no solo ha recuperado a parte de su electorado de antaño, sino que empieza a atraer a votantes más jóvenes. Y mientras la CDU y el SPD se lanzan a su cortejo, ellos insisten en no comprometerse con nadie. «El FDP no va hacia la izquierda ni hacia la derecha», subraya Lindner, que con sus discursos incendiarios se ha convertido en una estrella de las redes sociales.