Netanyahu da plantón al vicecanciller alemán

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel
El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel THOMAS COEX | AFP

Sigmar Gabriel rechazó cancelar sus reuniones con oenegés israelíes críticas con el Gobierno

26 abr 2017 . Actualizado a las 07:24 h.

«Cuando estamos en Alemania, sabemos que estamos con buenos amigos», aseguraba en febrero del 2016 el primer ministro israelí, consciente del pacto tácito que existe entre ambos países a raíz del Holocausto. Un año después, Benjamín Netanyahu ha dejado de ver con buenos ojos a Berlín, su primer socio económico y militar en la Unión Europea. Un cambio de opinión que comenzó el pasado febrero, cuando el Ejecutivo de Angela Merkel criticó abiertamente la ley con la que Israel permitía legalizar con carácter retroactivo unas 4.000 viviendas de colonos en asentamientos palestinos de Cisjordania, y que terminó de materializarse ayer, cuando Netanyahu canceló a última hora su encuentro previsto con el vicecanciller y ministro de Exteriores alemán en Jerusalén.

Aún más insólito fue el motivo. Sigmar Gabriel hizo oídos sordos a la advertencia de Netanyahu de suspender sus reuniones con dos oenegés israelíes de derechos humanos muy críticas con el Gobierno y con la construcción de asentamientos en territorios palestinos: Breaking the Silence ((Rompiendo el Silencio), formada por exsoldados que denuncian violaciones de los derechos humanos en territorios ocupados, y Betselem. Ya en febrero, Netanyahu ordenó reprender al embajador de Bélgica, por la entrevista que mantuvo el primer ministro belga, Charles Michel, con esas organizaciones, alegando que atentan contra su Ejército y su Estado.

No obstante, Gabriel, que acudió como invitado de honor al homenaje anual en Jerusalén a las víctimas del Holocausto judío, insistió en que se trata de una reunión «totalmente normal». La cancelación del encuentro bilateral con el jefe del Gobierno israelí «no sería ninguna catástrofe», pues no cambiará nada la relación entre ambos países, defendió el número dos del Gobierno alemán antes de saber que Netanyahu cumpliría su amenaza.

Pasando factura

Pero, por mucho que Gabriel se empeñe en rebajar la tensión, solo para seguir saldando la deuda que contrajo el siglo XX con Israel por el asesinato de seis millones de judíos bajo el régimen nazi, lo cierto es que las críticas alemanas a la política de los asentamientos, en detrimento de la solución de los dos Estados, ya están pasando factura a la histórica relación. De hecho, se ha pospuesto la celebración de la séptima cumbre germano-israelí.