Trump anuncia la mayor reforma del Gobierno desde la II Guerra Mundial
INTERNACIONAL
El presidente cita a Xi Jinping el mes que viene en su casa de Mar-a-Lago para su primer cara a cara
14 mar 2017 . Actualizado a las 08:39 h.Apenas 55 días le han valido a Donald Trump para proponer al Congreso estadounidense unas cuentas públicas que supondrán un terremoto para algunas de las áreas más protegidas por su antecesor, Barack Obama. Así, el presupuesto que el presidente presentará el jueves incluirá recortes de una magnitud no vista desde finales de la Segunda Guerra Mundial y que de ser aprobado supondría la eliminación de una gran cantidad de empleos en el Gobierno federal. Así lo advirtió el analista Mark Zandi: «Las reducciones que vienen no se pueden acomodar simplemente ajustándose el cinturón», alertó en The Washington Post.
El plan, que fue abordado ayer en la primera reunión de Trump con su gabinete al completo, espera dar prioridad a los gastos militares y de seguridad nacional, mientras reducirá los presupuestos de vivienda, ayuda exterior, medio ambiente, investigación y medios de comunicación públicos.
La dureza de los mismos ya ha supuesto problemas entre varios republicanos, preocupados por tener que escoger entre apoyar al presidente o los recortes a programas de ayuda para ancianos o niños. «Lo que esperaría es que la administración sea consciente de la dificultad de algunas de estas cosas», reflexionó el representante por Oklahoma, Tom Cole.
La tensión existente parece indicar que podría abrirse otro frente en las filas del partido, golpeadas ya por una rebelión interna entre ultraconservadores y moderados a cuenta de la propuesta para desmantelar la reforma sanitaria del Obamacare.
Mientras Washington recibe el análisis al respecto de la Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), la Casa Blanca ha cargado contra el mismo asegurando que su estudio de costes podría basarse en estimaciones incorrectas. «Han dicho que hay muchas más personas aseguradas de las que realmente hay», se quejó el principal asesor económico de la Presidencia, Gary Cohn. Una postura respaldada ayer por el propio presidente que incluso llegó a responsabilizar a la prensa «que está haciendo que el Obamacare parezca bueno de repente».
Espionaje con microondas
Su mensaje fue blindado ayer por sus más afines que, además, se dedicaron a hacer una ronda de entrevistas que echó más leña al fuego en la polémica sobre una supuesta intervención de líneas telefónicas en la torre Trump encargada por Obama. Fue el caso de su asesora Kellyanne Conway quien sugirió que el espionaje fue más allá de los teléfonos. «Hay otras técnicas para espiar a ciudadanos», deslizó antes de hablar de maniobras con «microondas que se convierten en cámaras». El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, intentó suavizar las acusaciones hablando de «vigilancia general», pero sin presentar pruebas al Congreso.
En la misma rueda de prensa, Spicer confirmó el aplazamiento de la visita de Angela Merkel a la Casa Blanca hasta el próximo viernes debido a la fuerte tormenta que hoy azotará la costa este de Estados Unidos. El siguiente mandatario internacional en reunirse con Trump será el presidente chino, Xi Jinping, que será recibido el próximo mes de abril en Mar-a-Lago, el complejo hotelero que el neoyorquino tiene en Florida.