Aislados en la isla sin Internet

Héctor Estepa LA HABANA

INTERNACIONAL

Héctor Estepa

El acceso a la red en Cuba está muy restringido y bajo control del Gobierno

05 dic 2016 . Actualizado a las 07:34 h.

Tres jóvenes comparten banco en uno de los parques del centro de La Habana. Cada uno tiene un ordenador portátil sobre sus piernas. Un lujo. Teclean frenéticamente. Hablan. Se coordinan. Estamos en la insólita redacción de El Toque, uno de los nuevos medios alternativos surgidos tras la aparición de las conexiones wifi a Internet en Cuba, hace unos tres años.

«Somos un grupo de medios surgidos en los últimos años en Cuba gracias en parte al mayor acceso a Internet, que no se identifica necesariamente con la línea del Gobierno pero tampoco con la opositora», explica José Jazán, coordinador del medio, presente en Internet. 

Dentro de la legalidad

Dicen actuar dentro de la legalidad cubana: «La libertad de expresión en Cuba está restringida, según la Constitución, en el marco de lo que esté dentro del socialismo. Nosotros entendemos estar dentro de ese marco. Lo que estamos haciendo contribuye a que haya más democracia, que al fin y al cabo es el principio del socialismo», aclara Jazán.

Habla frente a un mural de Fidel Castro. Las cenizas del ex presidente cubano recorrieron la pasada semana 13 de las 15 provincias cubanas. Desde ayer ya reposan en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba: «Hacia dónde vamos no depende de la muerte de Fidel. Depende ahora mismo del rumbo político que su hermano Raúl Castro lleve, e incluso de cómo se va a configurar la relación con Estados Unidos. Si Trump pide condiciones es probable que el Gobierno cubano vuelva a la trinchera y eso nos va a afectar porque será más difícil andar en el difuso margen en que lo hacemos nosotros», advierte.

¿Por qué no trabajan desde casa? La respuesta es sencilla. No es oro todo lo que reluce, dicen quienes se conectan en los parques. Tener Internet en casa es un auténtico privilegio al alcance de unos pocos. La gran mayoría de cubanos tiene que conformarse con conectarse desde los puntos con Internet inalámbrico situados en algunas de las plazas de la capital.

Es, además, caro. Para conectarse, los realmente afortunados dueños de un portátil o smartphone deben adquirir unas tarjetas de acceso. Cuestan dos dólares, el equivalente al 10 % del sueldo medio de un cubano, y solo dan derecho a conectarse durante una hora. Eso no es todo. Los usuarios denuncian escasez. Con el desabastecimiento llega la temida reventa: «La venden un dólar más cara», denuncia Dayana Pérez mientras permanece atenta a su móvil, enviado por un familiar desde Europa. Cada minuto cuenta.

Internet, además, está muy controlado por el Estado, asegura el comunicador y bloguero Taylor Torres: «He constatado que el problema de que hoy en día no haya una mayor conexión en Cuba es meramente interés del Gobierno», comenta el autor del blog Vísperas, actualmente en el extranjero. 

La red y las libertades

Cree que existen muchas «conjeturas» sobre la razón de ese interés: «Las más difundidas tienen que ver con las libertades obtenidas con Internet, que son principalmente la libertad de expresión y reunión».

La censura también sería «rotunda», según el bloguero. «Primero con los bloqueos de webs. También está la vigilancia constante de lo que uno hace a través de las redes sociales. Te atacan cuando tu forma de pensar sobresale», comenta. Se vio forzado, rememora, a dejar su empleo estatal.

La red de redes se debate en Cuba entre la apertura y la barricada.