El Parlamento de Hong Kong desafía a Pekín y rechaza su reforma electoral

Los diputados prodemócratas de Hong Kong desafiaron a Pekín e impidieron que la polémica reforma electoral saliera adelante, a pesar de la amenaza de «caos» lanzada desde el poder central. Tras un intenso debate, más de 30 parlamentarios afines al Gobierno abandonaron el hemiciclo, por lo que solo se emitieron, de los 70 posibles, 8 votos a favor y 28 en contra de la elección directa del jefe de Gobierno autónomo de Hong Kong a partir del 2017. La ausencia de los diputados no tuvo consecuencias, sin embargo, pues eran necesarios dos tercios de la Cámara para que saliera adelante la reforma.

La propuesta del Gobierno chino incluía por primera vez el sufragio universal, pero había provocado un fuerte rechazo de los movimientos prodemocráticos, que desembocaron en las protestas de los paraguas amarillos, porque Pekín reservaba la preselección de los candidatos a gobernar la excolonia británica a un comité de 1.200 leales.

La votación de ayer significa el fin de trayecto de la reforma que provocó en Hong Kong la mayor crisis política desde su devolución. Al ser rechazada, por un Parlamento que tampoco fue elegido democráticamente, el futuro jefe de Gobierno seguirá siendo nombrado como hasta ahora por el comité leal a Pekín.

Pero en el 2016 habrá elecciones parlamentarias, y en ellas los demócratas deberán conservar al menos 27 escaños para controlar las propuestas que requieran dos tercios de los voto, pues no es descartable que China intente de nuevo la misma reforma.

Las fuerzas democráticas anunciaron que seguirán con su lucha y buscarán el diálogo con Pekín. La respuesta del régimen chino no se hizo esperar, y la Asamblea Nacional Popular (ANP), máximo órgano legislativo, anunció que su propuesta de reforma electoral en Hong Kong «se mantendrá en vigor en el futuro pese al veto».

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