Los demócratas evitan a Obama en los comicios de mitad de mandato

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Una candidata incluso evitó decir cuatro veces si había votado por él

12 oct 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Faltan poco más de veinte días para las elecciones de mitad de mandato en EE.UU. y las cosas no pintan nada bien para el Partido Demócrata. Los esfuerzos que realizan sus candidatos para invertir la marcha descendente que dibujan las encuestas se estrellan una y otra vez contra un problema que no tiene solución: Barack Obama.

La popularidad del presidente se encuentra en una de sus horas más bajas. Según el sondeo de aceptación popular de esta última semana, solo un 43% de los entrevistados aprueban su forma de gobernar, muy lejos de aquel 69% que lo recibió esperanzando en enero del 2009. Aunque no es el desastre del mes pasado, cuando su índice bajó hasta el 39%, está claro que ha dejado de ser un activo con gancho para el electorado.

Los problemas que acechan al mandatario son muy graves, y además, abundantes. El asunto que más daño le está haciendo, con todo, es la sensación de que ha gestionado muy mal la amenaza del Estado Islámico (EI). Incluso el expresidente Jimmy Carter lo criticó duramente hace unos pocos días por este motivo. A esas críticas se han sumado las de algunos de los que fueron sus colaboradores más estrechos, como el antiguo jefe del Pentágono, Leon Panetta, o la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton. Pero la amenaza que proyecta el EI no es la única. La posible aparición de un brote de ébola en EE.UU. y los sucesivos escándalos en los que se ha visto envuelto el servicio secreto han aumentado la impresión de un Gobierno a la deriva.

El resultado de todo ello es que los demócratas que luchan por un escaño el 4 de noviembre no quieren a Obama a su lado. Algunos incluso van mucho más lejos. El viernes, la candidata al Senado por Kentucky, Alison Lundergan Grimes, evitó responder cuatro veces a la pregunta de si había votado por Obama en las pasadas elecciones. El video de Grimes se ha convertido en viral y da una idea del «miedo» que muchos demócratas tienen a que se les relacione con el presidente porque ven una pérdida de votos en ello.

Como consecuencia, el presidente no está haciendo campaña. La única actividad partidista que lleva a cabo es presidir actos de recaudación de fondos. Esta semana estuvo en dos en Nueva York y en otros tres en California. En lugares, eso sí, con históricas mayorías aplastantes demócratas que ni siquiera Obama puede poner en peligro. Pero incluso así no salen bien.

En uno de estos actos, en la casa que tiene en Los Angeles la actriz Gwyneth Paltrow, fue la propia actriz la encargada de presentar al presidente. Entre incontenibles «ums», la artista acabó su presentación de la siguiente forma: «Eres tan guapo que no sé ni lo que estoy diciendo». Obama sonrió pero es seguro que sus asesores estaban furiosos. No solo por la torpeza de Paltrow en esta ocasión. Es que además es una de las estrellas más odiadas del firmamento hollywoodiense. Así que es más que probable que su halago a Obama no ayude mucho al partido.

La situación es muy seria porque el 4 de noviembre se renueva toda la cámara baja, donde los demócratas no tienen ninguna esperanza de arrebatar la mayoría a los republicanos, y un tercio del Senado, donde los republicanos sí ven posibilidades de quedarse con la mayoría que ahora tienen sus adversarios. El temor que anida en el partido del presidente es que muchos de esos votos republicanos estén impulsados por el enfado con el hombre de la Casa Blanca, es decir, que sean votos de castigo a Obama.