Tras la caída del gobierno, el Parlamento ucraniano debate nuevas concesiones a la oposición

AFP

INTERNACIONAL

MAXIM SHIPENKOV

Plantean una ley de amnistía para los manifestantes detenidos durante los disturbios

29 ene 2014 . Actualizado a las 19:18 h.

El parlamento ucraniano debatía este miércoles en Kiev nuevas concesiones a la oposición, entre ellas una ley de amnistía para los manifestantes detenidos durante los disturbios en ese país, en el que la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton ayudaba a buscar una salida a la crisis.

En Rusia, el presidente Vladimir Putin anunció que «esperarará la formación del nuevo gobierno ucraniano» para decidir si cumple con el acuerdo de ayuda de 15.000 millones de dólares.

En el parlamento, Leonid Kravchuk, primer presidente del país tras su independencia en 1991, advirtió que Ucrania está «al borde de una guerra civil» e invitó a los diputados a adoptar «un plan de solución del conflicto».

«La oposición y el poder continúan el diálogo para salir de la crisis (...). El gobierno, por su parte, está dispuesto a asegurar las condiciones necesarias a la estabilización nacional», declaró el viceprimer ministro y ahora también jefe de gobierno interino, Serguii Arbuzov.

El gobierno está encargado solamente de los asuntos corrientes desde la dimisión el martes del primer ministro Mykola Azarov y del resto de su gabinete que acabaron por presentar su dimisión tras dos meses de protestas en Ucrania.

Para el politólogo Taras Berezovets «la amenaza de un recurso a la fuerza (por parte de las autoridades) continúa existiendo».

La solución, según él, es «encontrar un candidato independiente» para el cargo del primer ministro, por el cual puedan votar a favor tanto los diputados cercanos al presidente Viktor Yanukovich como los de la oposición, un candidato que para este experto tiene nombre y apellidos: Petro Perochenko. Este exministro de Relaciones Exteriores, que consiguió amasar una importante fortuna gracias a sus negocios en la industria del chocolate, aparece como una figura de compromiso porque trabajó tanto con el poder actual como con la oposición.

Ashton, que llegó el martes a la capital ucraniana tras una cumbre UE-Rusia en Bruselas, deberá entrevistarse con Yanukovich, y con los líderes de la oposición, que siguen presionando al poder.

El ejecutivo ya comenzó a ceder lastre el martes con su dimisión y la derogación de las leyes represivas antimanifestaciones que supusieron la mecha del conflicto. Desde ese momento los diputados se enfrentan a numerosos contratiempos y en este momento ya debaten sobre una amnistía de los manifestantes detenidos.

La incertidumbre seguía reinando el miércoles sobre las consecuencias que tendrán estas concesiones en el movimiento de protesta, que estuvo marcado durante toda la semana pasada por enfrentamientos que dejaron al menos tres muertos.

La dimisión del gobierno es «una primera etapa», pero «no es suficiente», declaró en un mensaje transmitido desde su celda la opositora encarcelada y ex primera ministra Yulia Timochenko. El movimiento de protesta nació a finales de noviembre después de la repentina decisión de Yanukovich de renunciar a firmar un acuerdo de asociación con la UE negociado durante meses a cambio de un acercamiento a Rusia, que le concedió un crédito de 15.000 millones de dólares y una reducción del precio del gas.

La calma reinaba el miércoles en el centro de Kiev, donde solo unos cuantos activistas de la oposición, con cascos y armados con palos, «patrullaban» por la plaza de la Independencia.

Pero a pesar de temperaturas inferiores a -10 grados bajo cero, los contestatarios seguían movilizados porque para algunos la única verdadera victoria sería la salida de Yanukovich.

Militantes del grupo Spilna Sprava (Causa Común), una de las principales formaciones del movimiento de proyesta, expulsaron este miércoles al grupo de manifestantes más radical que se encontraba en el ministerio de Agricultura, lugar que ocupaban desde hace días.

Fuera de la capital, las sedes de la administración de casi la mitad de las regiones seguían ocupadas por los manifestantes, aunque la situación también parecía tranquila. La oposición rechazó la oferta de Yanukovich de ceder las riendas del gobierno a uno de los líderes del movimiento de protesta, Arseni Yatseniuk.

«La dimisión de Yanukovich sería una medida lógica», declaró por su parte otro de los líderes opositores, el exboxeador Vitali Klitschko, que propuso solucionar los problemas «uno por uno».

En otra concesión importante, el parlamento en el que tiene mayoría el Partido de las Regiones de Yanukovich, derogó el martes las leyes del 16 de enero que reprimían casi cualquier forma de manifestación.

Estas leyes fueron denunciadas por los gobiernos occidentales, y condujeron a la radicalización de la protesta.

La canciller alemana, Angela Merkel, declaró el miércoles que las personas que se manifiestan con la oposición en Ucrania defienden valores europeos y «deben ser escuchadas».