El CNI contactó con Al Asad para recabar datos de yihadistas españoles

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Los servicios secretos francés, alemán y británico también se reunieron con el régimen

16 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El espionaje europeo, incluido el CNI español, ha contactado en los últimos meses con el régimen de Bachar al Asad para recabar información sobre los yihadistas de sus respectivos países que combate en Siria, según reveló el viceministro de Exteriores sirio, Faisal al Mekdad, a la cadena británica BBC.

Mekdad no quiso especificar qué servicios de inteligencia han visitado Damasco, y solo apuntó «que muchos». Pero el diario The Wall Street Journal especificó que los españoles del Centro Nacional de Inteligencia y sus colegas alemanes, británicos y franceses se han reunido con funcionarios sirio, entre ellos Alí Mamluk, asesor de seguridad de Al Asad. «Sí, hubo intercambios de información», dijo al diario un portavoz del CNI.

Gracias a esa cooperación, la policía española detuvo el 5 de enero en Málaga al ceutí Abdeluahid Sadik Mohamed, bajo la acusación de participar en la guerra santa en Siria y ser miembro del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), grupo vinculado a Al Qaida que mantiene secuestrados a tres periodistas españoles.

Diecisiete yihadistas españoles, la mayoría residentes en Ceuta, se han incorporado a brigadas vinculadas a Al Qaida, según el Real Instituto Elcano. El martes, François Hollande cifró en 740 los islamistas galos que combaten en Siria. De Alemania habrían llegado unos 240 y del Reino Unido, entre 200 y 366. Ayer, el belga de origen argelino comandante del ISIS Abu Baraa al Jazairi murió en una emboscada de otro grupo rebelde en la provincia de Idlib, dentro de la guerra que enfrentan a grupos insurgentes rivales.

Según The Wall Street Journal, «un oficial retirado del MI6» fue el primero en llegar Damasco el verano pasado en nombre del Gobierno de Cameron. A partir de noviembre comenzaron las visitas de agentes de Alemania, Francia y España, países que rompieron relaciones con Siria y retiraron a sus embajadores en el inicio de la guerra.

El viceministro de Exteriores sirios hizo notar la brecha entre las práctica de los mandos de seguridad occidentales y las presiones de sus políticos para que Bachar al Asad abandone el poder. En su opinión, los Gobierno occidentales por fin habría comprendido que no hay alternativa al liderazgo de Al Asad.

Algo que ha levantado las suspicacias de la coalición opositora siria. Su portavoz, Jaled Saleh, declaró a la BBC que si los informes eran ciertos, «sería una muestra de una clara contradicción entre las palabras y las acciones de los Grupo de Amigos de Siria», que reúne a países europeos y árabes, además de Estados Unidos. También un indicio de que la caída de Al Asad no está en la agenda internacional.

Las visitas de los espías se conocen una semana antes de la conferencia de paz de Ginebra, a la que la oposición aún no ha confirmado su asistencia ni tampoco se ha llegado a un acuerdo sobre la invitación a Irán, que escenificó ayer su apoyo a Damasco con la visita de su ministro de Exteriores, Mohamad Zarif.

Ayuda urgente

Lo que más preocupa a la ONU es aliviar la penuria en la que viven los civiles. En el barrio palestino de Yarmuk, el hambre es ya tan mortal como las balas. «La mitad de la población siria, cerca de 9,3 millones de personas, necesitan ayuda humanitaria urgente, muchos de ellos niños», anunció Ban Ki-moon en la apertura ayer de la reunión de donantes en Kuwait.

Ante el deterioro dramático de la situación, la ONU necesita 6.500 millones de dólares para socorrer a esos 9,3 millones de sirios y a los 4,1 millones de refugiados que se prevé habrá este año. Los países occidentales y árabes se comprometieron a aportar 2.400 millones. Una cantidad insuficiente.