Al Qaida contra Al Qaida

taylor luck AMÁN / DPA

INTERNACIONAL

Un miembro del frente yihadista Al Nusra se deja fotografiar en la ciudad de Alepo.
Un miembro del frente yihadista Al Nusra se deja fotografiar en la ciudad de Alepo. BARAA AL-HALABI < / span>afp< / span>

Los combates de esta semana en Siria revelan la escisión entre yihadistas

12 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El recrudecimiento de los combates entre los rebeldes islamistas en Siria está originando una fuerte división entre los yihadistas de la región, según coinciden analistas y líderes islamistas.

Cuando a fines de diciembre se registraron los primeros enfrentamientos entre el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), un grupo cercano a Al Qaida, y una coalición de rivales seculares e islamistas, los líderes yihadistas desestimaron la gravedad de la situación y la consideraron simplemente una lucha por territorio. Pero después de que el Frente al Nusra, otro influyente grupo vinculado a Al Qaida, saliera en defensa de la coalición rebelde y se levantara en armas contra el ISIS esta semana, los choques fueron vistos como una guerra por el futuro del movimiento yihadista.

«En muchas zonas de la región se ha vuelto común que las facciones islamistas luchen entre ellas por la supremacía, incluso contra Al Qaida», sostiene Mohamed Abu Rumman, un experto del Centro Jordano de Estudios Estratégicos. «Por primera vez vemos a Al Qaida combatiendo a Al Qaida. Esto es algo que dividirá a todo el movimiento yihadista», aseguró.

El conflicto se remonta a abril de 2013, cuando la rama iraquí de la organización fundada por Bin Laden, que está liderada por Abu Mohamed al Baghdadi, se separó de su socio en Siria, el Frente al Nusra y estableció al ISIS en Siria. Detrás de la división estaba el deseo de utilizar Siria como nueva base para operaciones regionales más amplias y de llevar adelante una guerra contra el Gobierno chiita de Irán y su aliado Hezbolá, la milicia libanesa que envió combatientes a Siria para apoyar a al Asad.

La estrategia no coincidía con la agenda del Frente al Nusra, limitada a derrocar a Al Asad. Desde entonces, el ISIS utilizó su posición para perpetrar ataques de alto perfil y secuestros contra grupos chiitas, entre los cuales se presume que estuvo el registrado en el sur de Beirut este mes.

«Al Nusra siempre se conformó con ceñirse al conflicto sirio, recurrir a otros grupos rebeldes e incluso participar en política desde la oposición, cosas que el ISIS considera están por fuera del mandato de la yihad», según el analista jordano Hassan Haniyeh. «La estrategia de Al Nusra ha sido pragmática e inclusiva, mientras que el ISIS ha sido más autoritario. Ahora vemos cómo estas dos ideologías entran en conflicto», añadió.

Las posturas opuestas y la violencia, que presuntamente dejó más de 200 yihadistas muertos la última semana, despertaron un amplio debate sobre la estrategia «inclusiva» o «exclusiva». Los expertos aseguran que una facción cada vez más grande de yihadistas ha adoptado una postura crítica con el ISIS, al que acusa de ahuyentar a los residentes locales y a otros yihadistas al establecer la sharia en las zonas capturadas.

Además, critican que el ISIS se niegue a intercambiar prisioneros y cuestionan las ejecuciones sumarias de líderes rebeldes que actuaron contra sus políticas. «El ISIS insiste en operar como un estado separado e imponer su ley sobre otros grupos, ya sea en Irak, Siria o cualquier otro lado», según Aaron Lund, un experto que reside en Suecia. «Ahora que el ISIS pelea una guerra de tres frentes y pierde territorio, muchos empiezan a darle la espalda».