La oposición boicotea el inicio de la presidencia griega de la UE

Aurélie Mayembo ATENAS / AFP

INTERNACIONAL

Antidisturbios dispersan con gas pimienta a los manifestantes que tratan de romper el bloqueo hacia el el lugar de la ceremonia.
Antidisturbios dispersan con gas pimienta a los manifestantes que tratan de romper el bloqueo hacia el el lugar de la ceremonia. L. GOULIAMAKI < / span>AFP< / span>

Durão Barroso le pide a Atenas que no frene el ritmo de las reformas

09 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Grecia asumió ayer la presidencia temporal de la UE cuatro años después del inicio de la crisis de la deuda y a unos meses de las elecciones al Parlamento Europeo, marcadas por el auge del euroescepticismo.

«La presidencia griega es una oportunidad para mostrar que el futuro no será determinado por la crisis, sino por las lecciones aprendidas de la crisis», declaró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, en rueda de prensa con el primer ministro Andonis Samarás. Estimó también que Grecia ha hecho «esfuerzos destacables» y aunque «se divisa algunas nubes en el horizonte, no es el momento para frenar el ritmo de las reformas».

Barroso, todos los eurocomisarios y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, participaron como es habitual en la ceremonia de inauguración de la presidencia y se reunieron con el Gobierno heleno. Su visita al epicentro de la crisis de la deuda que tuvo que llevar a cabo una política draconiana de austeridad, que ha dejado en la pobreza a cerca de la mitad de la población, tiene una dimensión particular.

Fue la ocasión para recordar que los pronósticos más pesimistas no se cumplieron, en particular la salida de Grecia de la zona euro, y que los sacrificios del pueblo griego no fueron en vano. «Después de haber hecho grandes sacrificios, Grecia deja atrás la crisis, ahora se sostiene con ambos pies», dijo Samarás.

El euroescepticismo y el populismo de cara a las elecciones europeas de mayo marcó también los discursos. «No dudo de que las posiciones europeístas ganarán», porfió Barroso, aunque reconoció que debido a la crisis, «los extremos y el populismo pueden prosperar, incluso en los países más avanzados».

Boicot y protestas

Alexis Tsipras, jefe del principal partido de la oposición Syriza, boicoteó el acto de inauguración de la presidencia. Un gesto simbólico para el adversario de los planes de austeridad impuestos a su país. Una «persona interesada en Europa habría venido», respondió Samarás, sin nombrarle.

En la calle, los antidisturbios dispersaron a unos 200 manifestantes que desafiaron la prohibición de convocar una protesta contra las medidas de austeridad y contra la UE cerca del lugar el acto oficial.

Grecia considera esta presidencia como una ocasión ideal para reconquistar el prestigio perdido durante la larga crisis de la deuda, iniciada en el 2009 y que desestabilizó a toda la eurozona, y convertirse en un país «como los otros», según la expresión de Samarás. Atenas ha establecido una ambiciosa hoja de ruta para su presidencia europea: crecimiento, empleo, aplicación de la unión bancaria, inmigración y política marítima.