La condena judicial en el caso Mediaset podría acabar con el Gobierno de Letta
31 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El futuro político de Silvio Berlusconi depende de la decisión que tomará el Tribunal Supremo italiano en las próximas horas. La expectación es grande ya que podría ser la primera condena en firme contra Il Cavaliere, que desde hace años se enfrenta a distintos procesos judiciales. Esta vez el Tribunal tiene que confirmar o no las sentencias de 4 años de cárcel y 5 de inhabilitación para cargos políticos por el caso Mediaset, en el que fue hallado culpable de fraude fiscal de unos 7 millones de euros tras haber creado una sociedad off shore para evadir el pago de derechos de televisión.
Si se confirma la sentencia, Berlusconi solo tendrá que cumplir un año pero no irá a la cárcel, ya que por su edad tiene derecho a acogerse al arresto domiciliario. Lo que sería peor para él es la inhabilitación, puesto que la junta de inmunidad del Senado le obligaría a dejar su escaño y tampoco podría volver a presentarse como candidato a futuras elecciones. Sería su muerte política.
Descartada por la propia defensa de Berlusconi la petición de reenvío de la causa, la otra posibilidad es que los cinco jueces del Supremo decidan anular la condena. En ese caso, podrían ordenar la repetición del proceso que tendría el tiempo contado ya que los delitos prescriben en junio del 2014.
A lo que aspiran los abogados es a la absolución. Así lo aseguró el defensor Franco Coppi durante su intervención de ayer: «Pedimos la absolución, una anulación total de la sentencia», dijo de manera tajante. Durante su alegato, el fiscal Antonio Mura afirmó que «las pasiones y las expectativas tienen que quedar fuera del tribunal» mientras insistía en que «no hay motivos para anular la sentencia» ya que las acusaciones de la defensa son «técnicamente infundadas».
Pese a la insistencia del jefe del gobierno Enrico Letta y de muchos representantes políticos en que una sentencia de condena de Berlusconi no tendrá consecuencias sobre el Ejecutivo, los problemas serían grandes. Un sector del Pueblo de la Libertad amenaza con acciones de fuerza, como una dimisión en masa de parlamentarios o una gran manifestación de apoyo a su líder. En el Partido Democrático se pondría en duda el gobierno de coalición, ya no muy bien aceptado por una parte del partido.