Mursi rechaza el ultimátum del Ejército

Agencias

INTERNACIONAL

El presidente de Egipto rechazó la advertencia de las Fuerzas Armandas egipcias y no presentará su dimisión

02 jul 2013 . Actualizado a las 19:51 h.

Un portavoz de la Presidencia de Egipto negó que el primer ministro egipcio, Hisham Qandil, haya presentado la dimisión del Ejecutivo al presidente Mohamed Mursi, como habían anunciado previamente fuentes gubernamentales. Los que sí han renunciado fueron los ministros de Relaciones Exteriores, Turismo, Medio Ambiente, Comunicaciones y Asuntos Jurídicos, además de varios portavoces.

El presidente Mursi, se reunió de urgencia con el jefe del Gobierno, Hisham Qandil, y todo su gabinete, salvo los ministros de Defensa e Interior, para estudiar la advertencia del Ejército donde pedían su dimisión.

Los Hermanos Musulmanes y los aliados islamistas del presidente han llamado a sus seguidores a salir en masa a las calles del país, mientras que los opositores aspiran a volver a sacar a millones de personas contra Mursi, como ya hicieron el pasado domingo. Además, han difundido un comunicado en el que aseguran tener informaciones «sobre planes para agredir a los manifestantes (de la oposición) y atribuir estos actos a los Hermanos para instigar a los ciudadanos» contra el grupo.

Las Fuerzas Armadas advirtieron de que en caso de no satisfacerse en un plazo de 48 horas las reivindicaciones de los manifestantes anunciarían «una hoja de ruta y medidas para supervisar su puesta en marcha».

Según el Ministerio de Sanidad, en los enfrentamientos registrados en ocho provincias del país entre seguidores de Mursi y opositores se saldaron con 152 heridos.

La crisis se produce dos años y medio después del levantamiento popular que derrocó al régimen autoritario de Hosni Mubarak, en enero del 2011. En un comunicado, la presidencia afirmó que «Egipto no permitirá ninguna vuelta atrás, sean cuales sean las circunstancias».

Esa respuesta obligó al Ejército a desmentir cualquier plan de golpe de Estado y aclarar que el ultimátum, leído por su jefe, el general Abdel Fatah al Sisi, pretendía «llevar a todos los sectores políticos a hallar una salida rápida a la crisis actual».

El Frente de Salvación Nacional, principal coalición opositora, expresó su confianza en las intenciones de los militares y aclaró que no apoyaría ningún «golpe de Estado militar».