Arranca el relevo en el Gobierno chino

Esperanza Calvo PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Xi Jinping será investido presidente y Li Keqiang, primer ministro

03 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El próximo martes arranca en Pekín la XII sesión de la Asamblea Nacional Popular, el máximo órgano legislativo chino, en el Gran Palacio del Pueblo. Podría parecer un Parlamento, pero el hecho de que se reúna tan solo una vez al año dice mucho del escaso poder real de sus tres mil delegados. El máximo órgano decisorio es el Comité Permanente del Politburó por lo que la mayoría de los «diputados» son miembros del Partido Comunista (PCCh).

Durante aproximadamente diez días, se anunciarán cambios legislativos y se hablará del objetivo de crecimiento económico de China para los próximos doce meses. Además, según la agencia oficial Xinhua, está previsto que se apruebe un nuevo proyecto económico nacional y de desarrollo social para este año.

Pero esta Asamblea Nacional va a estar marcada por el relevo de poder que se repite en el país cada diez años. Desde 1993 es tradición que el secretario general del partido se convierta en presidente del país más poblado del planeta y que el número dos ocupe el cargo de primer ministro.

Y tal como dicta el guion que comenzó a escribirse el pasado 15 de noviembre cuando Xi Jinping fue elegido secretario general del PCCh, este se convertirá ahora en presidente de China sustituyendo a Hu Jintao. A su número dos, Li Keqiang le espera ahora el cargo de primer ministro en lugar de Wen Jiabao. También se elige al nuevo vicepresidente, un cargo para el que que suenan dos candidatos: Li Yuanchao y Li Yunshan.

Durante las próximas dos semanas, Xi Jinping tendrá una fantástica oportunidad de revelar sus intenciones a la hora de dirigir el país. Desde su llegada al poder hace poco más de tres meses, la promesa de luchar contra la corrupción se ha convertido en toda una ofensiva contra el despilfarro sin límite en el seno del partido.

También ha manifestado su intención de luchar contra la contaminación y de profundizar en el cambio del modelo productivo, tan necesario para la reforma económica. Parece que Xi Jinping es realmente consciente desde el primer día de la importancia de una opinión pública que cada día utiliza más Internet para expresar su descontento ante las grandes desigualdades sociales.

Derechos humanos

Veremos también cuál es la reacción de los nuevos líderes ante la carta que hace tan solo unos días solicitaba «que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos sea ratificado, a fin de promover y establecer los principios de los derechos humanos y el constitucionalismo en China».

Los más de cien intelectuales que la han firmado (periodistas, abogados, economistas y hasta ex funcionarios del partido) lo han hecho con la consciencia del enorme precio que han tenido que pagar disidentes como Liu Xiaobo, promotor de la Carta 08 por la que el Premio Nobel de la Paz en el 2008 continúa hoy en día en prisión.