Las dificultades para formar un Gobierno son grandes
26 feb 2013 . Actualizado a las 18:52 h.
Ingobernabilidad es la palabra que ayer se repetía en las sedes de los partidos y de las coaliciones tras los resultados de las elecciones italianas, cuya participación del 75 % fue casi seis puntos menor que en convocatorias anteriores. La victoria del centroizquierdista Partido Democrático (PD), de Pier Luigi Bersani, en la Cámara de Diputados, donde consigue la mayoría absoluta con 340 diputados y el 30 % de los votos, tiene un sabor amargo por no haber conseguido también la mayoría absoluta en el Senado, aunque allí sea la coalición que ha conseguido más votos, el 31,85 %, pero solo 123 senadores.
La ley electoral de la Cámara alta atribuye un premio de mayoría por regiones y la coalición de Pueblo de la Libertad, de Silvio Berlusconi, junto con la Liga Norte, han conseguido las regiones de Lombardía y Véneto además de Sicilia y Campania, por lo que se adjudicarían 118 escaños con el 29 % de los votos. De nada valdría al PD su alianza con los 19 escaños de Mario Monti porque ni aún así alcanzaría la mayoría absoluta para gobernar con tranquilidad. El Movimiento 5 Estrellas (M5E), con el 24 % de los sufragios, se llevaría 53 senadores.
Con la Cámara de Diputados en manos del centroizquierda y el Senado con la mayoría simple del centroderecha, las dificultades para formar un Gobierno son grandes. Y mayores aún para que este pueda tener una vida larga. Bersani necesitaría no solo el apoyo de Monti, sino el del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, lo cual no parece fácil. El escenario de ingobernabilidad es claro y así el vicesecretario del PD, Enrico Letta, no excluía la posibilidad de nuevas elecciones a corto plazo. «Si las cosas están así, se tiene que hacer rápidamente una nueva ley electoral y volver a votar».