Los islamistas de Mali se repliegan al norte tras la toma de dos ciudades por tropas galas

J. P. DIABALI/ ARGEL / AFP

INTERNACIONAL

El ataque de Argelia fue coordinado por un canadiense y en él murieron 37 extranjeros

22 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Ejército francés, con apoyo de las fuerzas armadas de Mali, continúa su ofensiva contra los grupos islamistas armados que ocupan gran parte de ese país y ayer entró en Diabali y en Douentza, dos localidades que estaban en manos de los islamistas. La acción obligó a estos a replegarse hacia el norte, donde están Argelia y Mauritania.

Los 2.000 soldados franceses de la operación Serval que ya están desplegados en Mali consolidaron además sus posiciones en Niono y Sevare, dos puntos estratégicos a varios cientos de kilómetros al noreste de Bamako.

Varias fuentes indicaron que los islamistas se replegaron hacia Kidal, en el extremo noreste, a 1.500 km de Bamako, cerca de la frontera argelina. Kidal fue la primera ciudad del norte conquistada por los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) y los islamistas que luego expulsaron a los tuareg.

La Unión Europea propuso ayer celebrar una reunión internacional sobre Mali el 5 de febrero en Bruselas en la que participen la Unión Africana, la Cedeao y la ONU, anunció su portavoz.

Cinco desaparecidos

Un total de 67 personas -37 extranjeros de ocho nacionalidades, un argelino y 29 miembros del comando islamista- murieron en el ataque a una planta de gas en Argelia, anunció ayer el primer ministro, Abdelmalek Sellal.

Cinco extranjeros siguen desaparecidos. Están confirmadas las muertes de un francés, tres estadounidenses, dos rumanos, cuatro británicos, seis filipinos y doce japoneses. La mayoría fueron ejecutados «de un tiro en la cabeza».

De los 32 terroristas, 29 murieron y tres fueron detenidos. Llegaron de Mali. Eran de Argelia, Canadá, Egipto, Túnez, Mali y Mauritania, y miembros del grupo de Mojtar Belmojtar, uno de los fundadores de Al Qaida en el Magreb Islámico. El argelino Mohamed al Amine Benchenab, que dirigió el grupo, murió. El ataque fue coordinado por un canadiense y cometido con la ayuda de un chófer de la planta. Según un portavoz, los terroristas eran 40, y «la operación fue un éxito».