Mursi afronta su gran examen con el referendo constitucional de Egipto

Enrique Rubio EL CAIRO / EFE

INTERNACIONAL

15 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El referendo que Egipto celebra hoy y el próximo sábado sobre la nueva Constitución, apoyada en bloque por las fuerzas islamistas y rechazada por la oposición laica, supone el primer gran examen al que se enfrenta el presidente, Mohamed Mursi, ante el pueblo egipcio.

La ausencia de encuestas y la extrema polarización de la sociedad hacen imposible vaticinar un resultado, aunque la movilización islamista y el ansia de estabilidad de muchos egipcios parecen dar mayores opciones a la aprobación de la nueva Carta Magna, criticada por su supuesto recorte de libertades y derechos. Ayer islamistas y opositores se manifestaron en El Cairo y otras ciudades, como Alejandría.

El proyecto de Constitución fue redactado por una Asamblea Constituyente dominada por las fuerzas de tendencia religiosa y boicoteada por los opositores y amplios sectores de la sociedad civil. Aunque el borrador ha quedado libre de las propuestas más radicales de los salafistas, el referendo no juzgará tanto su contenido como el respaldo del que gozan los Hermanos Musulmanes y su proyecto islamista para la sociedad.

Campaña islamista

La decisión de Mursi de blindar la asamblea ante los tribunales y la apresurada finalización del borrador para ser sometido lo antes posible al plebiscito han sacado a cientos de miles de egipcios a protestar a las calles de las principales ciudades egipcias. Sin embargo, lejos de la plaza Tahrir y del palacio presidencial -núcleos de las protestas-, los Hermanos Musulmanes y los salafistas han llevado a cabo un concienzudo trabajo de base para convencer a la población de que el referendo es el punto de partida para el despegue económico de Egipto.

La oposición, que pese a unirse en contra de Mursi sigue manteniendo grandes diferencias, no decidió hasta el último momento si boicotear la convocatoria o pedir el «no», como hicieron finalmente.