El Gobierno de Abás afronta el reto de convertirse en Estado observador
29 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente palestino, Mahmud Abás, propondrá hoy en la Asamblea General de la ONU una resolución para convertir a Palestina en un Estado observador no miembro de la organización, una victoria diplomática que podría acarrear represalias de Israel y Estados Unidos.
La votación tiene lugar en el 65 aniversario de una fecha simbólica: el 29 de noviembre de 1947 se aprobó en las Naciones Unidas el plan de división de Palestina que preveía entonces la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe.
El proyecto de resolución, que tiene asegurada la aprobación por la mayoría simple que requiere, pide el ingreso de Palestina con un estatus similar al del Vaticano y expresa «la esperanza de que el Consejo de Seguridad reconsidere favorablemente» la candidatura, presentada en el 2011, para que Palestina sea miembro de pleno derecho. También solicita retomar las negociaciones para alcanzar una «solución pacífica» y establecer un Estado palestino «viviendo en paz y en seguridad al lado de Israel sobre la base de las fronteras de 1967».
El Gobierno de Abás dice contar con el voto favorable de 140 de los 193 países miembros de la Asamblea y confían en lograr más respaldos hasta poco antes del comienzo de la sesión.
Alemania, en contra
Serán pocos los estados que se opongan a la iniciativa. Además de Israel, estarán Estados Unidos, Canadá, la República Checa y quizás Alemania, que duda entre la abstención y el voto negativo. La UE afronta dividida el histórico voto tras no acordar sus miembros una posición común. Según los palestinos, de doce a quince países comunitarios votarán a favor
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, confirmó ayer lo que ya se da por hecho: el sí de España, «por coherencia con nuestra historia y porque creemos que es la solución más adecuada para aproximarnos a la paz».
Los únicos que han confirmado su voto favorable son Francia Portugal, Austria, Irlanda, Dinamarca, Noruega, Finlandia y Austria. El Reino Unido anunció ayer que se abstendrá, mientras el resto del bloque evitó confirmar su posición oficial. Los palestinos también tiene asegurado el apoyo de Rusia, China, el mundo musulmán y casi toda América Latina, entre ellos Brasil, Argentina, Venezuela, Cuba.
Consciente de que el reconocimiento es inevitable, Israel sopesa las medidas que adoptará el día después, y si estas serán meramente económicas o también políticas y de carácter irreversible, como desea el ala más radical del Gabinete. La magnitud de la respuesta dependerá en gran medida de lo que haga Abás una vez obtenido el nuevo estatus. La UE y EE.UU. han urgido a Israel a no «sobreactuar».
La amenaza de rescindir los acuerdos de paz de Oslo ya no está sobre la mesa, según la prensa, pero Israel podría congelar durante dos o tres meses la transferencia a Ramala de los impuestos y aranceles que recauda a las mercancías que entran a Cisjordania a través de su puertos. Según el diario Haaretz, Hillary Clinton desaconsejó ese tipo de sanciones, que podrían suponer el fin de la Autoridad Nacional Palestina.