Cae en Venezuela el último gran capo narco colombiano

Julio Á. Fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

La captura «El Loco» Barrera se planificó en Londres y contó con la colaboración de los gobiernos de cuatro países

20 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Es la captura más importante que se ha dado en los últimos tiempos». Así valoró el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, la detención de Daniel Barrera, El Loco, que se produjo el martes en la ciudad venezolana de San Cristobal, a 57 kilómetros de la frontera colombiana.

La detención de este capo, cuyo bajo perfil hizo que fuese especialmente escurridizo, se produjo en una cabina telefónica pública, pero no fue casual. Colaboraron británicos, estadounidenses, venezolanos y colombianos. El diario colombiano El Espectador asegura que fue delatado por su familia.

Según el director de la policía colombiana, los británicos aportaron la información fundamental de inteligencia, EE.UU, a través de la DEA y la CIA, entregó la relacionada con temas financieros y lavado de dinero y la policía venezolana se ocupó de seguirlo, ubicarlo y, finalmente, capturarlo. La operación se empezó a planificar en Londres hace cuatro meses.

La colaboración del Gobierno venezolano, días después de que se publicase un informe del Departamento de Estado que incluye a la República Bolivariana entre los «países de mayor tránsito o producción de drogas en el mundo», resulta especialmente relevante en un momento en que el presidente Hugo Chávez lucha por demostrar a sus vecinos que su administración también combate el terrorismo y la delincuencia organizada.

Daniel Barrera, de 44 años, llegó a la zona selvática del Guaviere, al sur del país, en la década de los 80 siguiendo los pasos de su hermano Omar y empezó como cocinero en sus laboratorios. A los pocos meses fue asesinado su hermano, él vengó su muerte y se quedó de jefe. Tras fugarse de la cárcel se convirtió en el comercializador de la coca de las Farc y entre sus clientes tenía a los paramilitares.