Japón y China elevan la tensión con el envío de barcos a las Senkaku
INTERNACIONAL
Protestas en cien ciudades chinas en el aniversario de la invasión de Manchuria
19 sep 2012 . Actualizado a las 11:05 h.La tensión vivida en las manifestaciones que recorrieron más de cien ciudades chinas en la jornada que conmemora el 81 aniversario de la invasión japonesa de Manchuria se traslada ahora al mar. Las aguas que rodean al archipiélago de las Senkaku (Diaoyu en mandarín) ricas en recursos naturales y marinos son ahora el escenario del conflicto entre las dos superpotencias asiáticas. Aunque nunca fueron vecinos bien allegados, la disputa se ha convertido ya en el peor enfrentamiento entre ambos países en décadas.
El Gobierno nipón ha extremado la precaución en torno a las islas. Su guardia costera alertó al Ejecutivo al avistar una docena de barcos chinos acercándose a las aguas que ellos administran. El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, aseguró que se llevará a cabo una intensa vigilancia y se controlarán todos los movimientos. Según la prensa nipona, en caso de que pesqueros chinos se acerquen al archipiélago, crearían una «zona de defensa» en la que unos 30 barcos de la guardia costera formarían una especie de «muro» alrededor de las reclamadas islas. La pregunta es cuán grande debe ser ese muro para frenar a los mil pesqueros chinos que la prensa oficial ya ha anunciado que se dirigen a las islas. Aunque se desconoce si tienen previsto o no tocar tierra, cualquier tipo de movimiento en la zona tanto de China como de Japón puede tener consecuencias imprevisibles. De hecho, una de las acciones que más enojó a los manifestantes chinos fue el desembarco en uno de esos islotes de dos activistas japoneses. Sin duda, toda una provocación para una masa encolerizada que ha comenzado a desempolvar los retratos de Mao Ze Dong y los saca a la calle en una muestra del exacerbado nacionalismo de quienes reclaman las islas como suyas y que han logrado sembrar el pánico entre la comunidad japonesa en China. Pequeños negocios, restaurantes e industrias niponas han suspendido su actividad hasta que la situación se tranquilice.
El secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, de visita en Pekín, instó a ambos países a moderar sus posiciones. «A nadie le interesa que esta situación crezca hasta convertirse en un conflicto que minaría la paz y la seguridad en esta región tan importante», aseguró.