La ambición territorial de China preocupa a sus vecinos asiáticos

La Voz AFP/MICHELLE FITZPATRICK

INTERNACIONAL

Los ministros de Relaciones Exteriores de Asia y de Estados Unidos se reúnen en un contexto de crecientes tensiones entre China con Vietnam y Filipinas

11 jul 2012 . Actualizado a las 18:35 h.

Las ambiciones territoriales de Pekín en el mar de China Meridional centrarán el jueves una conferencia sobre seguridad en la que los países del sudeste asiático reclamarán soluciones multilaterales a los litigios regionales.

Los ministros de Relaciones Exteriores de Asia y de Estados Unidos se reúnen en Phnom Penh para su reunión anual, en un contexto de crecientes tensiones en esas aguas disputadas, en particular entre China y Vietnam por una parte, y China y Filipinas por la otra.

Durante reuniones preparatorias esta semana, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) alcanzó un acuerdo sobre los «principales elementos» de un «código de conducta» que se supone debe bajar las tensiones y prevenir los conflictos, indicó la presidencia camboyana del bloque regional.

El texto, al que tuvo acceso la AFP, sugiere en particular basarse en la convención de la ONU sobre los derechos del mar.

Aunque los diez países del bloque (Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunéi, Indonesia, Singapur, Tailandia, Birmania, Camboya, Laos) afirman poder terminar de aquí a fin de año este código en el que llevan trabajando diez años, lo más difícil será conseguir que China lo suscriba.

«Los que esperan un código de conducta quedarán decepcionados: todavía hay un largo camino que recorrer», destacó Evelyn Goh, del Singapore Institute of International Affairs.

China destacó que el código de conducta se discutirá en «el momento oportuno» y no debería utilizarse para los conflictos territoriales. «No está destinado a resolver las disputas, sino a construir una confianza mutua y a profundizar la cooperación», insistió su portavoz de Relaciones Exteriores, Liu Weimin.

Pekín y Hanói se disputan los archipiélagos de las Paracelso y de las Spratly, supuestamente ricos en hidrocarburos y a través de los cuales pasan vías marítimas internacionales. Filipinas, Brunéi, Malasia y Taiwán también reivindican las Spratly en parte o en su totalidad.

China siempre ha privilegiado un enfoque bilateral a este diferendo fronterizo, en tanto la ASEAN, apoyada por Estados Unidos, es partidaria de un marco multilateral.

«Sin duda China se opone al desarrollo por los países de la ASEAN de una posición colectiva sobre la cuestión, porque siente que su poder de negociación disminuiría», comentó Goh.

Aún cuando los socios del sureste asiático logren un acuerdo, el texto podría quedar privado de todo lo que China no quiere, pronosticó Carl Thayer, de la universidad de New South Wales en Australia. «Las perspectivas de obtener un código de conducta realmente coercitivo no son buenas».

La rivalidad entre Pekín y Washington ocupará también un lugar importante en esta reunión, dado que el secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, informó a fines de junio del despliegue de gran parte de la flota estadounidense hacia el Océano Pacífico de aquí a 2020.

Si bien en el pasado los estadounidenses han insistido en la importancia estratégica de la libertad de navegación en la región, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, tratará esta semana de calmar las tensiones, aseguró el lunes un responsable gubernamental norteamericano.

Los protagonistas deben darse cuenta de que ciertos acontecimientos podrían «erosionar la confianza sobre la que se ha construido la prosperidad de Asia», destacó.