Las potencias aceptan retomar el diálogo nuclear con Irán

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Netanyahu acerca cada vez más a Israel a la guerra con Teherán

07 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Mientras Israel se acerca al punto de no retorno en el camino a la guerra con Irán, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, aceptó ayer la oferta de Teherán de retomar las negociaciones sobre su programa nuclear en nombre de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania (el llamado Grupo 5+1), y al mismo tiempo el régimen iraní anunciaba que está dispuesto a permitir que los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) visiten la controvertida base militar de Parchin, donde se sospecha que los técnicos han ensayado detonaciones de armas atómicas.

El cambio de postura de Irán responde a la presión internacional, acentuada por el mensaje recibido de la reunión el lunes entre Benjamín Netanyahu y Barack Obama. Aunque, como siempre, el régimen islámico sigue enviando señales contradictorias. Anunció a la OIEA que permitirá visitar la base de Parchin, bajo ciertas condiciones y a la vez no se mostró dispuesto a dar al organismo de la ONU con sede en Viena informaciones sobre la estructura de su gestión del programa nuclear y la forma de acceso a los materiales, según se desprende de un borrador de acuerdo entre el OIEA y Teherán al que tuvo acceso la agencia DPA. Los expertos consideran esa información esencial.

Ahston aceptó en nombre del Grupo 5+1 la oferta iraní de retomar el diálogo enviada el 14 de febrero por el jefe negociador iraní, Said Jalili. No obstante, aún está por determinar la fecha y el lugar de las negociaciones.

Pese a estos movimientos de evitar un conflicto por medio de la vía diplomática, los tambores de guerra suenan cada vez más fuertes en Israel, y el discurso de Netanyahu en Washington refuerza la sospecha de que podría ser inminente un ataque israelí contra instalaciones nucleares iraníes, pese a que Obama insiste en dar una oportunidad más a las sanciones. Una posición apoyada ayer por el jefe de la diplomacia británica, William Hague.

Aunque el primer ministro israelí aseguró al presidente de EE.?UU. que no ha tomado aún una decisión definitiva sobre un ataque, su discurso ante el grupo proisraelí AIPAC pocas horas después de su cita en la Casa Blanca (madrugada de ayer en España) dio una impresión muy distinta. Y para ello no dudó en evocar el Holocausto. Netanyahu comparó a Irán con la Alemania nazi, sus instalaciones nucleares con los campos de concentración y su actual viaje a la Casa Blanca al desesperado ruego de la comunidad judía de EE.?UU. al presidente Franklin Roosevelt para que bombardeara Auschwitz.

«Israel ha esperado pacientemente a que la comunidad internacional resolviera el problema [...], pero no puede darse el lujo de esperar mucho más tiempo», advirtió. Agregó que «como primer ministro de Israel nunca dejaré a mi pueblo vivir a la sombra de la aniquilación». La misma razón que esgrimió en 1981 el entonces primer ministro Menahem Begin para bombardear un reactor nuclear iraquí en tiempo de Sadam Huseín.

«Israel no puede darse el lujo de esperar mucho más tiempo»

Benjamin Netanyahu