Berlusconi se libra de ser condenado al prescribir los delitos del caso Mills

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La sentencia no deja satisfecha a la defensa del ex primer ministro ni a la Fiscalía

26 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Para el tribunal de Milán que lo juzgó, el caso Mills, en el que figuraba como acusado el exjefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, está prescrito y por tanto Il Cavaliere no será condenado. Así lo comunicó ayer la jueza Francesca Vitale tras haber deliberado tres horas con sus colegas Antonella Lai y Caterina Interlandi. El fiscal había pedido para Berlusconi cinco años de reclusión, mientras que la defensa insistía en la absolución porque el delito no existía.

La sentencia no dejó satisfecha a ninguna de las dos partes. «Siempre impugno una sentencia así», afirmó Pietro Longo, el abogado del político. Por su parte, el fiscal Fabio de Pasquale se limitó a un amargo «no se puede ni comentar». Con toda probabilidad, la Fiscalía de Milán apelará la sentencia, aunque el tiempo está en su contra ya que tendrá que esperar 90 días para poder leer la motivación. Además, según la propia Fiscalía, el delito prescribe entre el 3 de mayo y la mitad de julio, con lo que es imposible celebrar el juicio de segundo grado.

En este caso, que lleva 5 años en los tribunales, Berlusconi estaba acusado de corrupción en acto judicial. Según la Fiscalía, habría pagado al abogado inglés David Mills 600.000 dólares para que testificase a su favor en dos casos en los que estaba acusado. Desde su cargo de presidente del Gobierno, Berlusconi lo intentó todo para que el proceso no fuera adelante. Primero, en el 2008, con la ley Alfano, declarada inconstitucional, y más tarde con la ley del legítimo impedimento.

En tanto, el proceso continuó y en el 2009 el abogado fue condenado a 4 años y 6 meses en primera instancia. La sentencia, confirmada más tarde en casación, hablaba de Berlusconi como «corruptor». Desde diciembre del 2009 se hizo cargo del caso el tribunal presidido por la jueza Francesca Vitale. Los abogados de Berlusconi usaron toda clase de estrategias a fin de llegar a la prescripción antes de poder dictar una sentencia, tal y como al final ha sucedido.

Silvio Berlusconi nunca declaró como acusado. Desde que dejó su cargo acudió en diversas ocasiones al tribunal, pero solo hablaba fuera de la sala para rechazar las acusaciones. Su defensa se basó en una memoria que fue publicada por Il Giornale, periódico de su familia. En ella se lee que «las acusaciones constituyen una radical y profunda manipulación construida a posta por la Fiscalía» mientras acusa al tribunal de no haber querido escuchar a los testigos de la defensa.

Las valoraciones políticas han sido diversas. En el Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de Berlusconi, la sentencia ha sido acogida con satisfacción y no han faltado críticas a los fiscales y a la magistratura, a los que muchos en el partido acusan de complot contra Berlusconi. Pierluigi Bersani, secretario del Partido Democrático, ha lanzado un reto al expresidente: «Si Berlusconi busca la absolución siempre puede renunciar a la prescripción». Amargas han sido las palabras del exjuez Antoni di Pietro, líder de Italia de los Valores, para quien «otra vez Berlusconi se salva aunque los jueces no han podido proceder a la absolución por no cometer el delito porque el delito fue cometido».