Michael D. Higgins, sociólogo, activista y ahora presidente de Irlanda

AFP

INTERNACIONAL

El vencedor de los comicios tiene 70 años y es miembro del partido laborista.

28 oct 2011 . Actualizado a las 23:47 h.

El veterano laborista Michael D. Higgins -sociólogo, militante pacifista y poeta defensor del gaélico- emergió el viernes como inesperado ganador de las elecciones presidenciales de Irlanda.

A sus 70 años, este exministro de Cultura que también fue diputado durante más de dos décadas era el candidato de mayor edad y con más experiencia entre los siete que optaban al cargo.

Sin embargo, en los sondeos de las últimas semanas aparecía siempre en segunda posición, claramente por detrás del independiente Seán Gallagher, implicado en una polémica en la recta final de la campaña.

Higgins era también uno de los tres únicos representantes del establishment político. Se presentaba por el Partido Laborista, socio minoritario de la coalición surgida de las elecciones generales de febrero pasado, e hizo campaña bajo el lema «el presidente que nos hará sentirnos orgullosos».

En uno de sus últimos actos de campaña, Higgins dijo que había registrado un «enorme aumento de apoyo» en los últimos días, y citó entre los motivos de este respaldo su experiencia, su trabajo internacional y su visión para Irlanda cuando la hasta hace poco próspera república trata de recuperarse tras haber sido rescatada el año pasado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Nacido en una familia humilde en Limerick (sureste) el 18 de abril de 1941, Higgins trabajó como administrativo antes de ingresar en la universidad, donde estudió política y sociología.

Tras consagrarse durante un tiempo a la enseñanza, empezó a dedicarse activamente a la política y después de dos mandatos separados de cuatro años en el Senado, fue elegido diputado en 1987 por la circunscripción de Galway West, escaño que conservó hasta febrero pasado.

Durante su etapa en el ministerio de Cultura, de 1993 a 1997, este defensor del gaélico irlandés moderno estableció la cadena de televisión en esta lengua (TG4) y reactivó la industria cinematográfica local.

Además, ha militado en favor de numerosas causas de derechos humanos en todo el mundo, incluidos varios países latinoamericanos como Chile, Nicaragua, El Salvador y Colombia, donde el año pasado se fracturó una rodilla durante una misión con una organización humanitaria.

Aparte de su vida política, este hombre de corta estatura y que tiene el poco pelo que le queda blanco como la nieve, es escritor y ha publicado dos volúmenes de poesía. También es aficionado al deporte, y especialmente al fútbol gaélico.

Algunas personas han señalado que su edad podría ser un obstáculo para desempeñar un cargo que, aunque esencialmente representativo, es para siete años. Pero él no descarta un segundo mandato: «No puedo predecir el amor de una nación».