EE.UU. y la UE exigen a Al Asad, por primera vez, que se vaya

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Obama impone más sanciones y la ONU habla de crímenes de guerra

19 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cinco meses después del inicio de la revuelta popular en Siria y al menos 1.900 muertos en la dura represión, Estados Unidos y Europa parecen haber perdido la paciencia con el presidente Bachar al Asad, y al unísono ayer le exigieron, por primera vez de forma explícita, que deje el poder. También la ONU incrementó la presión, presentando pruebas de que sus operaciones militares contra los opositores pueden considerarse crímenes contra la humanidad y pidiendo que el Tribunal Penal Internacional abra una investigación.

La reacción al unísono de europeos y estadounidenses tuvo lugar horas después de que Al Asad anunciara ayer de madrugada por teléfono al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el fin de la campaña del Ejército contra los manifestantes en ciudades como Latakia, Homs o Hama. Sin embargo, la oposición niega que esas operaciones hayan terminado.

«Hemos dicho en reiteradas oportunidades que el presidente Al Asad debía llevar adelante una transición democrática o renunciar. No la ha llevado a cabo. Por el bien del pueblo sirio, ha llegado el momento de que dimita», señaló Barack Obama en un comunicado. No obstante, dejó claro que EE.?UU. «no desea ni puede imponer la transición» al pueblo sirio, que es el que debe «elegir a sus nuevos dirigentes», descartando cualquier tipo de «intervención» en ese país del conflictivo Oriente Medio.

Obama anunció que había firmado un decreto con nuevas sanciones económicas: que incluye la prohibición a empresas y ciudadanos estadounidenses de hacer negocios con Damasco, importar petróleo sirio y congelar todos su activos de ese Estado en territorio de EE.?UU.

En una comparecencia en directo ante las cámaras, la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, reafirmó lo dicho por Obama y señaló que las nuevas sanciones «golpean al régimen en pleno corazón», y apuntó que se intentará minimizar su impacto sobre el pueblo sirio.

La declaración de Obama fue seguida por otro comunicado conjunto del francés Nicolas Sarkozy, la alemana Angela Merkel y el británico David Cameron exigiendo la dimisión de Al Asad, al que se unió poco después la UE. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, anunció además que los Veintisiete también ampliarán las sanciones contra Damasco, como desea Washington ya que Europa recibe el 90 % del petróleo que exporta Siria.

En Ginebra, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos difundió el informe elaborado por la misión que recibió en abril pasado el mandato de averiguar lo ocurrido en Siria, según recoge la agencia Efe.

La misión , aunque Damasco le prohibió entrar en el país, logró entrevistarse con 180 testigos y desertores y examinar los exámenes forenses realizados a heridos y torturados que huyeron del país. En el informe, de 22 páginas, se denuncian «continuadas graves violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades sirias, incluyendo ejecuciones arbitrarias, abuso de poder y violencia letal contra manifestantes pacíficos».