Strauss-Kahn seguirá en prisión

Tatiana López NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Su defensa intentó sin éxito que le fijaran una fianza de un millón de dólares

17 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En prisión, sin fianza y acusado de siete delitos sexuales que podrían acarrearle una sentencia máxima de 74 años y tres meses de prisión. Así concluyó la primera vista judicial contra el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn. La siguiente se fijó para el próximo viernes.

Esposado, con aire abatido y vistiendo el mismo traje con que se le vio al salir de la comisaría, el otrora poderoso político francés se presentó ayer ante la jueza Melissa Jackson, que preside la abarrotada sala de audiencias del Tribunal Penal de Nueva York en el sur de Manhattan.

El fiscal Cyrus Vance comenzó su intervención realizando un repaso de cómo se habían producido los hechos, basándose en la declaración de la víctima -una inmigrante africana de 32 años, empleada del hotel Sofitel-. Según esta, Strauss-Kahn, de 62 años, intento forzarla a actos sexuales oral y anal en su habitación, donde ella había entrado para limpiar.

«Strauss-Kahn cerró la puerta de la habitación de su hotel para evitar que su víctima, una empleada de limpieza del establecimiento, pudiera escapar», se detalla en el escrito de la Fiscalía. «Tomó a su víctima por el pecho sin su consentimiento e intentó quitarle la ropa interior, además de que manoseó su área vaginal», agregó el fiscal, que precisó que Strauss-Kahn «intentó dos veces por la fuerza llevar su pene a la boca de su víctima». El fiscal acusa al político de dos delitos de agresión sexual en primer grado, otro por intento de violación, uno por retención ilegal en segundo grado, dos de abuso sexual en tercer grado y otro de tocamientos.

En un primer momento la policía había situado la hora del ataque sobre la una de la tarde, hora local, una circunstancia que fue aprovechada por la defensa para argumentar que su cliente tenía pruebas de haber abandonado el hotel antes de la 12.38.

En la mayoría de hoteles el check out invalida inmediatamente la tarjeta de acceso a una habitación, por lo que Strauss-Kahn podía argumentar que a esa hora se encontraba en realidad comiendo con su hija. Tras un ajuste en el esquema de los hechos por parte de los investigadores, que finalmente situaban la hora de la supuesta violación alrededor del mediodía, el propio fiscal aportaba como prueba un vídeo tomado por las cámaras de seguridad del hotel y en el que se podía ver al político abandonando su habitación visiblemente agitado el sábado. Horas después fue detenido a bordo de un avión de Air France.

Justificación

Según justificaron sin éxito los abogados, esas prisas se debían a que «tenía una cita muy importante a la que llegaba tarde» y no a una conciencia culpable, tal y como trató de hacer ver el fiscal. La defensa también trató de rebatir los argumentos de la Fiscalía para denegar una fianza porque el director de FMI poseía un riesgo creíble de fuga, «ya que no posee ningún lazo con EE.UU.». La acusación recordó además que EE.UU. no tiene un tratado de extradición con Francia y que por lo tanto «si el señor Strauss-Khan huye será imposible para nosotros volver a traerlo». «El señor Strauss-Khan desea limpiar su nombre y no es ningún fugitivo», aseguró uno de los abogados, que también intentó sin éxito que la fianza para su cliente quedara fijada en un millón de dólares.

Durante 30 horas, el acusado estuvo en una comisaría de Harlem, donde prestó declaración, fue sometido a pruebas de ADN y a una rueda de reconocimiento en la que la víctima lo identificó como su agresor.