Un herido de bala en una de las manifestaciones pro Bashar en la capital libanesa

natalia sancha BEIRUT / SERVICIO ESPECIAL

INTERNACIONAL

29 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las protestas sirias han contagiado al vecino Líbano, donde sus habitantes salen a la calle para expresar su simpatía o no con ese pueblo. El domingo tuvieron lugar dos manifestaciones frente a la Embajada de Siria en Beirut, abierta en el 2009 en el céntrico barrio de Hamra. Según el diario libanés Daily Star, un grupo de 200 sirios se manifestaron a favor del régimen con imágenes del presidente Al Asad y coreando el ya mítico grito en los países árabes «Con nuestra alma, con nuestra sangre, nos sacrificaremos por ti». Una hora más tarde, un grupo de cincuenta sirios se manifestaron esta vez contra el presidente. La zona fue acordonada por el Ejército libanés.

En el barrio Tariq Al Jadid, de Beirut, se registraron ataques a los manifestantes sirios que se dirigían a la embajada en apoyo al régimen. Igualmente, en Nabaa, cerca de la capital, un grupo armado sin identificar disparó sobre sirios favorables a Al Asad, hiriendo en el estómago a Issa Mohamad Alí, de 42 años. Ayer, otro centenar de partidarios del líder sirio se manifestaron de nuevo frente a la embajada de ese país.

Estos episodios se añaden a la ya tensa relación siriolibanesa desde que en el 2005 el Tribunal Especial para Líbano (TSL) incriminó a la familia Al Asad en el magnicidio del ex primer ministro Rafiq Hariri. El asesinato desembocó en la retirada de las tropas sirias del Líbano tras 29 años de ocupación.

Las armas de la milicia chií

El Líbano acoge a unos 200.000 trabajadores sirios. La división entre partidarios y opositores del régimen sirio se halla por igual entre los sirios en el Líbano como entre los libaneses.

El Gobierno de Beirut vive un atasco que dura ya dos meses. Las dos principales coaliciones están divididas sobre su posición frente al TSL y a las armas de Hezbolá. La caída del régimen sirio puede hacer peligrar la vía de aprovisionamiento de armas de la milicia chií y por ende su poder político. Los expertos valoran la ayuda de Irán a la milicia en entre 25 millones y 70 millones de dólares anuales. Igualmente, Siria no solo presta apoyo político a Hezbolá sino logístico, por ser lugar de tránsito de las armas iraníes.