Una guerrera acostumbrada a superar retos

Diana Renée RÍO DE JANEIRO/DPA.

INTERNACIONAL

02 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

La economista Dilma Rousseff afronta a partir ahora el más duro reto de sus 63 años de vida: además de ser la primera mujer en llegar a la presidencia de Brasil, sucede al gobernante más popular. Y todo esto poco más de un año después de superar un cáncer linfático que puso en duda su candidatura a las elecciones de octubre, las primeras que ha disputado. Lula pronosticó esta semana que su delfín es una guerrera que sorprenderá a los que dudan de su capacidad para gobernar a Brasil.

Rousseff nació en Belo Horizonte el 14 de diciembre de 1947, hija de un poeta y empresario búlgaro y de una maestra brasileña. Inició sus estudios en una prestigiosa escuela católica, pero muy pronto se decantó por las ideas marxistas, lo que la llevó a unirse a los 17 años al grupo Política Obrera.

Su paso por la cárcel

Tres años más tarde se acercó a movimientos más radicales, donde recibió entrenamiento de guerrilla, aunque asegura que jamás participó en acciones armadas. En enero de 1970 fue capturada por la policía política de São Paulo y sometida a torturas: «Nadie sale de esto sin huellas», admitió en una entrevista, en la que reveló que los casi dos años que pasó como presa política le dejaron problemas de tiroides.

Tras recuperar la libertad, en diciembre de 1972, Rousseff pasó a dedicarse a su única hija, Paula, y completó sus estudios de Economía. La política volvió a su vida en la década de los ochenta, cuando se unió al Partido Democrático Laborista. En el 2001 se afilia al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.

Su padrino político la conoció poco antes de llegar por primera vez a la presidencia, cuando participaba en una reunión con expertos en el sector de la energía. Impresionado por su profundo conocimiento, decidió nombrarla ministra de Minas y Energía en el 2003.

Desde ese entonces, su relación con Rousseff se fue estrechando, y en el 2005 no tuvo dudas en designarla ministra jefa de su Gabinete. Rousseff cumplió con éxito la misión y fue «ungida» por Lula como candidata del PT a las presidenciales del 2010, elecciones que ganó con el 56% de los votos.