Lula da Silva afirma que «de no haber sido por el dedo de Dios no hubiera sido presidente» de Brasil

La Voz RECIFE/DPA.

INTERNACIONAL

El mandatario lloró en por lo menos tres ocasiones en su último discurso como gobernante

30 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente de Brasil, Lula da Silva, estalló en llanto en su último discurso como gobernante, pronunciado en la noche del miércoles local (madrugada de ayer en España) durante una visita oficial a Pernambuco, donde nació hace 65 años. Al hablar ante una multitud concentrada, Lula lloró en por lo menos tres ocasiones, tanto al recordar su trayectoria de niño pobre de la localidad rural de Caetés hasta el más alto cargo de la república, como al escuchar el homenaje de un poeta local que expresó la gratitud de Pernambuco «al presidente más amado de la tierra brasileña», y al recordar su triunfo en las presidenciales del 2002, después de sufrir tres derrotas consecutivas en 1989, 1994 y 1998. El mandatario afirmó que debe a Dios su victoria electoral: «Estoy agradecido a Dios. De no haber sido por el dedo de Dios, no hubiera sido presidente; no sería normal que un pobre de Caetés, que huyó del hambre, se convirtiera en presidente. El que no cree en Dios debe creer». También aprovechó el discurso para pedir el apoyo para su sucesora, Dilma Rousseff, quien lo reemplazará en la presidencia el sábado. « Ella hará mucho más. Yo salgo, pero no se crean que se librarán de mí, porque yo estaré en las calles para ayudar a resolver los problemas de Brasil», expresó.