la Casa Blanca desoye las críticas y seguirá con jurados civiles para juzgar a los reos de Guantánamo

Victoria Toro NUEVA YORK/LA VOZ.

INTERNACIONAL

Mantiene que estos juicios son la única vía para cerrar la prisión

20 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los críticos contra los juicios con tribunales civiles para los presos de Guantánamo se han mostrado feroces tras la conclusión del primero de ellos con la declaración de no culpable de todos los cargos a los que se enfrentaba el acusado menos uno. Pero la Casa Blanca se manifestó ayer decidida a continuar con su política. Y es que los juicios con tribunales civiles son la única alternativa que permitirá un eventual cierre de la prisión de Guantánamo tal y como prometió el presidente Brack Obama.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, defendió la decisión del jurado popular afirmando que «hay muy pocos delitos federales que conlleven una pena de 20 años». Y es que el procesado en ese primer juicio civil, Ahmed Ghailani, se enfrenta a una pena mínima de 20 años de prisión y máxima de cadena perpetua. «Creo -aseguró el portavoz de Obama- que una pena de 20 años de prisión incapacita a alguien para volver a atentar contra vidas de estadounidenses». Y también confirmó que Obama no ha abandonado la idea de cerrar la cárcel de la bahía cubana « para que deje de ser el reclamo de reclutamiento que actualmente es para Al Qaida», dijo Gibbs.

El pasado jueves, el portavoz del Departamento de Justicia, Matthew Miller, ya confirmó que Washington piensa seguir recurriendo a una combinación de jurados civiles y militares para los casos de terrorismo.

La cuestión que se discute tiene su origen en el tipo de pruebas que se utilizan en los tribunales dependiendo de si estos son civiles o militares. Los primeros no admiten ninguna que haya sido obtenida con tortura. En el caso de los presos en Guantánamo que han estado antes en las cárceles secretas de la CIA esto no se puede garantizar.

En el caso del juicio a Ghailani, el presidente del tribunal no permitió la declaración del principal testigo de la acusación, que hubiera afirmado que Ghailani le compró los explosivos utilizados en los atentados contra las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania en 1998 que mataron a 224 personas.

Pero los defensores de los procesos civiles declararon ayer que muy probablemente un tribunal militar tampoco hubiera admitido ese testimonio, ya que lo obtuvo la CIA del propio Ghailani mientras estaba en una cárcel secreta y su defensa alegó que había sido con torturas.

Los republicanos, que se oponen a esos juicios con tribunales civiles, están utilizando el resultado del proceso contra Ghailani. Pete Hoekstra, el republicano de rango más alto en el Comité de Inteligencia de la Casa de Representantes, dijo ayer sobre esos juicios civiles: «Fue un error desde el principio y no funcionará». En el mismo sentido, John Boehner, el próximo presidente de esa cámara, decía que «la decisión de esta Administración de juzgar a los terroristas con tribunales civiles fue un error desde el primer día».