24 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Víctor Suárez participó en los diálogos de paz con los presidentes Belisario Betancourt (1982-1986) y Andrés Pastrana (1998-2002). Pero más que el debate, a Mono Jojoy -nombre que se le dio por su habilidad para escabullirse- le iba la violencia, los secuestros, la tomas sangrientas de pueblos y los asesinatos. Tampoco lo suyo era el respeto, ni a rehenes ni a guerrilleros. Como jefe militar de las FARC ordenó separar a las parejas que mantenían relaciones para evitar deserciones, e ideó las jaulas para sus presas: policías, militares y civiles.

Sobre este hijo de guerrillero al que se atribuyen los ataques más crueles a cuarteles pesaban 62 órdenes de captura, incluso de EE.?UU.

La operación para su eliminación fue llevada a cabo sin escatimar medios, 30 aviones y 27 helicópteros, y quizá información satelital de amigos, además de la confesión de algún cercano al guerrillero. Es el método que le funcionó a Álvaro Uribe siendo ministro de Defensa Juan Manuel Santos, con la diferencia de que ahora el bombardeo fue en Colombia y no en Ecuador, (Raúl Reyes, 2008).

Santos, presidente desde agosto, calificó de operación Bienvenida su acción de oro contra la guerrilla. Y es que la muerte de Jojoy, unida a la de Raúl Reyes (2008, segundo al mando), Iván Ríos (2008) y a la del fundador Manuel Marulanda, Tirofijo, (2009) , deja solo a Alfonso Cano, el jefe de la línea política y proclive al diálogo. Esa es la esperanza del país. Y sin quererlo, Mono Jojoy ya es el segundo trofeo de Santos en la batalla.