La creciente corrupción dispara las alarmas en Cuba

Isabel Sánchez

INTERNACIONAL

Afirman que unos se preparan para la caída del régimen y otros para el traspaso de bienes a manos privadas

16 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una creciente corrupción en Cuba, que abarca desde un vendedor de leche hasta altos funcionarios, disparó alarmas en el Gobierno de Raúl Castro, que investiga supuestas anomalías de alcance internacional y que a partir del lunes desplegará un ejército de auditores en 750 empresas.

La muerte en La Habana del ejecutivo chileno Roberto Baudrand, en circunstancias aún no aclaradas, avivó versiones sobre una investigación de corrupción que supuestamente involucra a compañías cubanas y a empresarios de ese país.

Mientras las autoridades de Cuba guardan hermetismo, el Gobierno de Chile les pidió una «exhaustiva investigación» de la muerte del citado gerente de Alimentos Río Zaza, empresa mixta del Estado cubano y del chileno Max Marambio, ex escolta del presidente Salvador Allende y muy ligado a la isla.

La empresa está siendo investigada por la Fiscalía de Cuba, que indaga también a una agencia de turismo -de un hermano de Marambio- y a Cubana de Aviación, entre otras entidades, según la prensa chilena.

El Gobierno isleño y académicos reconocieron el peligro que representa para la estabilidad de la revolución la extendida corrupción.

Más peligro que la disidencia

«La corrupción es mucho más peligrosa que la llamada disidencia interna», advirtió el intelectual y politólogo Esteban Morales, al calificarla como la verdadera contrarrevolución que «poco a poco va tomando posiciones en ciertos niveles del Estado y del Gobierno».

Según la fiscala Caridad Sabó, la Fiscalía detectó «una tendencia al incremento» de la corrupción en los últimos dos años, «con mayor participación de dirigentes y funcionarios».

«Hay gentes en posiciones de gobierno y estatal que se están apalancando financieramente, para cuando la revolución se caiga, y otros que pueden tener casi todo preparado para producir el traspaso de los bienes estatales a manos privadas, como tuvo lugar en la antigua URSS», dijo Morales.

Un ejecutivo de una empresa estatal reseñó respecto a la ofensiva de miles de auditores que «todo el mundo está como loco con eso, erizado, porque si buscan bien siempre van a encontrar [irregularidades]».

Desde que asumió el mando hace casi cuatro años, Raúl apretó las tuercas contra los robos al Estado que alimentan el gigantesco mercado negro, donde los cubanos compran alimentos y productos a precios más bajos o que no hallan en el mercado legal.

Estrategia de subsistencia

Ante las prolongadas carencias y bajos salarios, la población adoptó una estrategia de subsistencia. Desde millones de litros de combustible hasta leche, pollo, arroz, aceite, azúcar o café que salen de las tiendas estatales se venden en la «bolsa negra».

Hace diez días, Raúl Castro volvió a insistir en que la corrupción perjudica la esencia del socialismo. Pero ya antes de asumir el poder, aseguró que la metástasis del cáncer de la corrupción se está trasladando de «la rodilla a la cintura». Fidel tocó este delicado tema en un artículo hace una semana. También la prensa de la isla abordó estos días las irregularidades en la entrega de tierras ociosas a manos privadas.