Obama honra a Edward Kennedy como el defensor de los más débiles

Tatiana López

INTERNACIONAL

El patriarca del clan fue enterrado con honores de hombre de Estado junto a sus hermanos JFK y Bob en Arlington

30 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Ni la inclemencia de la lluvia bostoniana, ni las fuertes medidas de seguridad que rodeaban la basílica del Perpetuo Socorro consiguieron empañar ayer el funeral del último patriarca del clan Kennedy. Tras la emotiva misa católica en Boston, el senador Edward Ted Kennedy recibió sepultura con todos los honores de un hombre de Estado en el cementerio de Arlington, en donde descansan los héroes de guerra y algunos de los grandes líderes de la nación, entre ellos sus hermanos Robert y John Fitzgerald.

Su funeral paralizó el ritmo de toda la nación y millones de personas decidieron seguirlo por televisión. «Se trata de algo que solo vamos a ver una vez en la vida», aseguraba Charles Ryan, quien con un grupo de amigos seguía el evento en un bar de la calle Chandler.

En los alrededores de la catedral unas trescientas personas se atrevieron a desafiar a la lluvia y recibieron al cortejo fúnebre entre aplausos. Todos ellos portaban carteles con el mismo mensaje: «Gracias Ted». Eran exactamente las 9.45 horas cuando el féretro del León del Senado entraba en la catedral.

Dentro lo esperaban más de 1.500 invitados, entre los que estaban unos 150 congresistas y senadores, famosos de Hollywood como Jack Nicholson, y los ex presidentes George W. Bush, Bill Clinton y Jimmy Carter, así como Barack Obama. El tenor Plácido Domingo y el violoncelista Yo Yo Ma pusieron su voz y su música.

El actual dirigente del país volvió por segunda vez a llorar en público minutos antes de pronunciar un panegírico a su mentor, en la que las palabras constancia, valor y determinación estuvieron presentes.

«Ted Kennedy no tuvo una vida fácil. Perdió a sus hermanos [...], sobrevivió a un accidente aéreo e incluso tuvo que ver cómo dos sus hijos batallaban contra el cáncer», comenzó diciendo el demócrata. Sin embargo, en su opinión estas circunstancias solo consiguieron hacer más fuerte a un hombre al que no dudó en definir como «el mejor legislador de todos los tiempos» y en «defensor de quienes no tienen a nadie».

La reforma sanitaria presente

Ted Kennedy se fue de este mundo, sin embargo, sin poder cumplir el que siempre fue su sueño político: reformar el sistema sanitario. Quizá por eso, y a pesar de que la Casa Blanca había prometido un discurso neutral, Obama no pudo resistir la tentación de mencionar como el senador «luchó toda su vida por los más débiles y nunca se posicionó al lado de los grupos de poder». La frase era una clara referencia a la lucha que tiene lugar en torno a la reforma sanitaria.

Obama dijo que Edward será recordado «como el heredero de un pesado legado, como el defensor para aquellos que no tienen a nadie, como el alma del Partido Demócrata y como el León del Senado de EE.?UU., un hombre cuyo nombre honra cerca de mil leyes y que ha redactado de su puño y letra 300».

«Mi padre siempre nos decía no hay nada que no se pueda hacer», añadía más tarde al borde de las lágrimas su hijo, Ted Kennedy Jr. «Él lo consiguió todo menos ser presidente». A partir de hoy [por ayer] dormirá, sin embargo, como uno de ellos, tras ser enterrado en Arlington.